ES UNA DE LAS FAVORITAS
La sevillana hará historia al convertirse en la primera transexual que participa en Miss Universo. A tan solo unas horas de que se celebre el certamen, Ángela Ponce asegura que su objetivo es que con su participación haya "un antes y un después" y lograr sembrar una semilla con los valores de "tolerancia, respeto y amor".
Las 94 mujeres candidatas a lucir la corona a Miss Universo 2018 aguardan "con nervios, pero muy preparadas" mientras ultiman los detalles para la final que se celebrará mañana en Bangkok.
La gala en la capital tailandesa culminará dos semanas de convivencia de las modelos en el país asiático, donde han visitado templos, participado en actividades sociales o conocido al primer ministro del país.
Todas ellas han sido entrevistadas por el jurado, conformado íntegramente por mujeres procedentes de diversos campos de la industria de la moda, y han desfilado en bañador, vestido de noche y traje nacional.
Las jóvenes volverán el lunes a la pasarela durante la jornada decisiva, que se celebrará en el Centro de Exhibiciones Impact, en el norte de la urbe tailandesa, en la que ronda a ronda se irán cribando participantes hasta nombrar a Miss Universo 2018.
Los cambios implementados en las bases del concurso abrieron la posibilidad, a partir de 2012, a que mujeres transexuales pudieran inscribirse en el certamen. En la presente edición de Miss Universo y por primera vez en la historia de este concurso de belleza, una mujer transexual participará en la final: la española Ángela Ponce.
"Mi mejor arma es ser yo misma", declaró a durante una entrevista en Bangkok la sevillana de 27 años, activista por los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales).
Ponce, quien se marca como objetivo con su participación que haya "un antes y un después", al sembrar en las personas una semilla con los valores de "tolerancia, respeto y amor", es una de las favoritas entre el público contando los apoyos en las redes sociales. "Estar aquí me da la posibilidad de ser voz y esa es mi corona personal. Me permite motivar a mucha gente", dice Ponce, una mujer "resiliente" que esquiva valorar la polémica surgida por su participación.
Con la emoción de estar a 24 horas de conocer a la próxima Miss Universo, pero también con la responsabilidad de portar la banda de mujer más bella en sus respectivos países, las modelos exponen sus argumentos para ser la próxima reina. "No dejaré de luchar hasta lograr la corona (...) Tengo todas las habilidades, compromiso, responsabilidad y perseverancia que requiere una Miss Universo y todo el corazón para ayudar a los que lo necesitan", aseguró la colombiana Valeria Morales.
La candidata de Venezuela en el certamen, Sthefany Gutiérrez, también se mostró preparada para afrontar la gran final y dijo que la belleza es algo más que la imagen externa. "Los ojos ven una apariencia, pero lo que importa es lo que se halla en el corazón y lo que expresas como persona", comenta con encanto natural Gutiérrez. Cada una de las candidatas cuentan con un proyecto social gracias a la plataforma que les ofrece el concurso.
La mexicana Andrea Toscano forma parte de un grupo de expertos preocupados por la nutrición infantil y que ha desarrollado una aplicación móvil enfocada a enseñar a los menores a comer sano y practicar ejercicio. "Te permite llevar un estilo de vida saludable a través de la diversión, del juego y la tecnología (...) Es mi proyecto de vida, con lo que siempre había soñado", asegura la modelo, estudiante de nutricionismo, sobre la aplicación llamada "FitKids" lanzada el mes de noviembre.
La sudafricana Demi-Leigh Nel-Peters, Miss Universo 2017, será la encargada de colocar la tiara a su sucesora en el trono de la belleza. Esta es la tercera vez que Tailandia se convierte en anfitrión de este concurso: la primera fue en 1992, año en que fue coronada Michelle McLean, de Namibia, y la última fue en 2005, cuando se impuso la canadiense Natalie Glebova en una gala celebrada en el mismo IMPACT Arena.