Ley 'solo sí es sí'

Antonia, víctima de agresión sexual, sufre las consecuencias del 'solo sí es sí': "Llevo seis meses horribles"

Esta reforma rescata la horquilla de penas que había antes para las agresiones sexuales. Pero los efectos de la ley del 'solo sí es sí' van a continuar

Antonia, víctima de agresión sexual

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La reforma de la ley del 'solo sí es sí' rescata la horquilla de penas que había antes para las agresiones sexuales. No obstante, el nuevo texto sólo afectará a los delitos que se cometan a partir de su entrada en vigor.

En los más de seis meses que la norma ha estado activa se han producido casi mil rebajas de condenas y más de un centenar de agresores sexuales han quedado en libertad, según el último balance del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Las consecuencias durarán meses

Antonia fue una de las primeras víctimas en sufrir los efectos de la norma. Su exmarido la agredió sexualmente y ahora pasará tres años menos en la cárcel. "Llevo seis meses horribles. ¿Quién me ayuda a mi?", pregunta angustiada.

Reconoce que volver a recordar todo está siendo un infierno y no puede más. "Lo único que espero es no volver a escuchar ya más la ley del 'solo sí es sí", afirma.

Como Antonia, otras muchas víctimas han tenido que ver como sus agresores se han beneficiado de la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad. "Todos los procedimientos que hay en marcha seguirán aplicando la reforma del 2022, de la ley del 'solo sí es sí' originaria", advierte Fermín Morales, catedrático de Derecho Penal.

Y la reforma tampoco afecta a los reos que ya se han visto favorecidos porque "no puede haber ahora una retroactividad a leyes que le vayan a perjudicar", tal y como indica el abogado penalista, Rubén Veiga.

El consentimiento, en el centro

Más de un centenar de colectivos y juristas han exigido que se garantice la centralidad del consentimiento en los delitos sexuales. A su juicio, la proposición socialista es "ineficaz porque, sobre todo en los delitos del artículo 178, eleva la pena en la parte alta de la horquilla, cuando concurren violencia, intimidación o anulación de la voluntad, si bien el grueso de las revisiones se ha producido en casos en los que no se acreditaron ni la violencia ni la intimidación, y la pena impuesta era la más baja de la horquilla".

En respuesta, la presidenta del Observatorio de Violencia doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, ha asegurado que "cambiar la penalidad" no hace peligrar el consentimiento.

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