No es lo habitual, pero lo estamos empezando a ver estos días. Guantes y mascarillas tirados en el suelo, y no en la basura, que es donde hay que hacerlo. Eso aumenta el riesgo de contagio, aparte del daño que hace al medio ambiente.
Se puede ver a gente tirando las mascarillas al salir del supermercado o del metro. Se ven en las calles, son de platico y generan preocupación a los viandantes porque no se sabe si están contagiados o no todos esos materiales que se encuentran en la calle tirados. "Me produce ansiedad y me parece además una cerdada", dice una vecina.
Las asociaciones ecologistas están poniendo el grito en el cielo porque son materiales contaminantes y un rastro de la pandemia por coronavirus que está dejando huella medioambiental en nuestro entorno.
Alertan de que ya se están viendo restos de esta basuraleza en los ríos y las playas de China y pronto, durante la desescalda, podríamos ver imágenes parecidas en España.
Nos protegen, pero pueden convertirse en basuraleza
Además, los restos plásticos los pueden picotear y comer los animales. Tienen polímeros que contaminan y "son un foco de contaminación porque los pájaros, por ejemplo, los digieren al confundirlo con una lombriz", recuerda Sara Güemes, coordinadora de Libera Ecoembes.
Los residuos deben ir al contenedor de "resto", se trata del contenedor de color gris. Todos estos productos de usar y tirar se pueden convertir, además, en basuraleza, en residuos que llegan al mar o a los ríos.
Al igual que los guantes o mascarillas nos protegen contra el contagio de coronavirus, la naturaleza nos pide ahora que no nos olvidemos de ella.
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