Varamiento de cangrejos
Aparecen cientos de cangrejos muertos en la playa de Samil, Vigo
La imagen de cientos de cangrejos muertos en el arenal de Samil ha sorprendido a los paseantes.
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Las playas gallegas se están convirtiendo últimamente en el tablero perfecto de la búsqueda del tesoro si no fuese porque lo que se encuentra no es precisamente un botín. Cientos de cangrejos muertos han aparecido en la orilla de la playa de Samil.
La imagen es muy impactante aunque siendo rigurosos no se trata de un fenómeno extraño. Pero en Galicia, llueve sobre mojado y esto ocurre cuando todavía no se ha terminado de limpiar el vertido de pellets.
Los cangrejos que han aparecido muertos en la arena se conocen en Galicia como 'patexos' y se han encontrado en la zona previa a la desembocadura del Lagares. Estos crustáceos son muy abundantes en el litoral y suelen trasladarse por miles y muchas veces son arrastrados por las corrientes.
Estos crustáceos también son utilizados por los pescadores como cebo, siendo alimento habitual del pulpo, el sargo o la lubina.
Este episodio llega después de otro ocurrido en un arenal cercano también en Vigo, Praia América, el pasado fin de semana. Según publica La Voz de Galicia, Agentes de Pesca tomaron ejemplares para analizar y descartar que estos animales hayan aparecido muertos por procesos no naturales.
Como comentamos anteriormente no es un episodio aislado y el año pasado se supo de otro en la Lanzada y en Ons.
Vertido pellets
La costa gallega fue noticia a finales del año pasado y principios de este por el vertido de pellets que ensució parte del litoral. La Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo abrió diligencias preprocesales para investigar lo ocurrido tras recabar información sobre los hechos, "indicios de toxicidad" en estas "bolas de plásticos" que "no son biodegradables y no pueden eliminarse".
El 'Toconao', barco responsable del vertido de plásticos perdió el 8 de diciembre cinco contenedores, uno de ellos con un total de 26,25 toneladas de 'pellets' repartidos en 1.050 sacos de 25 kilos cada uno. La presencia de las pequeñas bolas de plástico vertidas al mar por el mercante fue notificada ya a mediados del mes de diciembre por personas que paseaban por la playa de Espiñeirido, en el municipio de Porto do Son (A Coruña).
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