Jaén
El 'Árbol de los chupetes' en Arroyo del Ojanco: así es la iniciativa para que los niños digan adiós al chupete
La Escuela Infantil María de la Sierra pretende ayudar a los más pequeños a abandonar sus chupetes cuando estén preparados.
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Cuenta la leyenda que en Arroyo del Ojanco vivía un árbol muy triste porque no tenía color, entonces los niños y las niñas del pueblo decidieron ayudarlo adornándolo con suschupetes de colores. El árbol muy contento les prometió que les guardaría y cuidaría de ellos como agradecimiento.
Con esta leyenda la Escuela infantil María de la Sierra quiere ayudar a los pequeños y pequeñas de esta localidad jienense a dejar sus chupetes, una tarea que no siempre es sencilla ya que hay niños que les cuesta abandonarlos bien porque les calma, les facilita el sueño e incluso les alivia de algún malestar.
Para conseguir que el niño se olvidé de su chupete hay que seguir algunos tácticas, algo que bien sabe Beatriz Galán, la directora de la Escuela Infantil que trabaja para ayudar a que los más pequeños consigan relajarse sin ayuda de este objeto: "En las pequeñas siestas que se echan lo utilizan, pero intentamos evitar en la medida de lo posible que lo hagan", explica. "La familias nos piden que les ayudemos a quitarles el chupe, cuando más les cuesta es por la noche, a la hora de dormir", añade.
"Les hace ilusión ir a ver sus chupetes"
Fruto de ese trabajo surgió el Árbol de los chupetes. "Pensé en algo llamativo, un árbol donde los niños pongan sus chupetes de colores". Esta idea de gran valor sentimental se le comunicó al Ayuntamiento que decidió que uno de los árboles del Parque infantil San Francisco de Asís sirviera para que los niños en compañía de sus padres se animaran a dejar, cuando estén preparados, sus chupetes.
El pasado 15 de julio tuvo lugar la inauguración a la que acudieron algunas familias que se animaron a dar el primer paso de colgar el chupete. El árbol cuenta de momento con 25 chupetes de niños además de otros 20 de decoración que están plastificados.
"Cuando los dejan les hace mucha ilusión ir, acordarse de sus chupes, ir a verlos", comenta Galán, que añade que han acudido hasta el árbol familias de otros pueblos "incluso niños más grandes, mi sobrino que tiene cinco años y lo tenía guardado en un cajón lo ha colgado, le hacía ilusión".
Arroyo del Ojanco cuenta con el olivo de Fuentebuena, uno de los árboles más antiguos del mundo declarado Monumento Natural. A partir de ahora cuenta con otro ejemplar, El árbol de los chupetes, una iniciativa que está haciendo efecto.
"Me dicen las familias que les ha servido, alguna noche la han pasado mal pero luego están super contentos". Super contentos con su árbol más querido, el árbol donde los niños de Arroyo del Ojanco le dicen adiós a su objeto más preciado.
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