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LA CRÓNICA DEL HUNDIMIENTO

Así comenzó la pesadilla del Prestige: "Madrid, aquí Finisterre. 11 de la mañana, barco partido"

El 13 de noviembre de 2002, un barco que navegaba cargado con 77.000 toneladas de fuel quedó a la deriva en aguas gallegas, a causa de un fuerte temporal. Los intentos por remolcarlo no tuvieron éxito. El día 19, después de varias idas y venidas, y de decisiones contradictorias, el ‘Prestige’ se partió en dos, y su petróleo se esparció por la costa gallega.

13 de Noviembre. El Prestige lanzó un SOS.  Estaba a 28 millas de Fisterra y tenía una fisura en uno de los tanques que albergaban 77 mil toneladas de petróleo. Salvamento marítimo acude al rescate. Pero el capitán y el jefe de máquinas se niegan a abandonar el barco y a que se remolque .

Día 14 .- El ‘Prestige’ comienza a soltar combustible. Con los dos tripulantes dentro, dos remolcadores se enganchan y tiran de él. Se descarta llevarlo a la Coruña, recordando la ctástrofe que ya vivió la ciudad con el ‘Mar Egeo’. Se elige alejarlo de la costa.

Día 15.- El capitán del barco es detenido por obstaculizar las labores de rescate del barco. La mancha de crudo ya mide 35 kilómetros.

Día 16.- El petróleo comienza a teñir de negro las costas gallegas. El ‘Prestige’ ha soltado ya 7.000 toneladas y se dirige a Portugal.

Día 17.- Se despliegan 18 kilómetros de barreras para intentar contener la marea negra. Aparecen las primeras aves muertas.

Día 18.- La situación es desesperada. los técnicos dicen que la estructura del barco sólo se sostiene por su parte central.

Día 19.- A las ocho de la mañana, el ‘Prestige’ finalmente se hunde a 250 kilómetros de Galicia con 65.000 toneladas de petróleo en su interior. La mayor catástrofe medioambiental vivida en este país se había producido.

En su recorrido, el barco dejó una terrible estela negra. Pero también dejó otro fenómeno único en las costas gallegas. Imágenes muy duras conmovieron a decenas de miles de españoles que formaron su marea blanca.

Mientras en las calles se clamaba "Nunca Mais", en las playas el trabajo unía a voluntarios llegados de toda España. Una imagen que también dio la vuelta al mundo. La del blanco sobre negro.

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