Cientos de mujeres han sido trabajadoras esenciales durante la pandemia del coronavirus. Desempeñan su labor en uno de los principales hospitales de Madrid, en el que ocho de cada diez trabajadores son mujeres. Rostros anónimos pero imprescindibles, que también son ejemplo de igualdad.
El trabajo de Marina y sus dos compañeras es uno de los trabajos físicamente más duros en un hospital, transportan y distribuyen el material sanitario en el centro.
Desde que empezó, su labor ha sido desempeñada por mujeres: Es un puesto de fuerza donde se puede visualizar a los hombres, pero nosotras lo hacemos muy bien".
Nuria es jefa de equipo de seguridad. Lleva 20 años en el hospital y ha visto pasar a muy pocas compañeras por su departamento. Le ha costado mucho llegar donde está. "Había compañeros que me trataban como una hija y a la gente le chocaba mucho", explica.
Manuela es celadora desde hace 25 años. Levanta pacientes, traslada equipos y se mueve en un mundo con pocas mujeres. Si bajamos al laboratorio y encontramos a Laura. Es doctora en biología y estudia las nuevas cepas del coronavirus.
Algunas no son sanitarias pero han estado y están al frente de la batalla contra el coronavirus. Su labor es crucial para el funcionamiento de un hospital. Son todas mujeres, trabajadoras y esenciales.