El Instituto de Astrofísica de Canarias nos permite ser testigos de la superconjución planetaria entre Júpiter y Saturno desde el Teide. A través de fotografías y de varios 'timelapse' podemos contemplar un fenómeno que no se repetirá hasta el siglo que viene.
Las imágenes de un acontecimiento único
Ocurrió el 21 de diciembre pero ahora podemos disfrutarlo al detalle gracias a las imágenes que facilita el Instituto de Astrofísica de Canarias. En la imagen podemos ver a los dos planetas 'emparejados' sobre el cielo. La conjunción de los grandes astros tuvo lugar el 21 de diciembre y no volverá a verse en 80 años
Cielos completamente despejados y un clima frío y sin viento permitieron una observación en las mejores condiciones y convirtieron a Tenerife en uno de los pocos lugares del planeta donde poder observar este fenómeno histórico, un acercamiento que no se veía desde el 4 de marzo de 1226 y que no se verá hasta dentro de 80 años.
La estrella de Belén
Le llaman "la estrella de Belén" aunque ni es una estrella ni tiene nada que ver con Belén, pero el efecto óptico que producen en el cielo la cercanía entre los planetas Júpiter y Saturno se ha relacionado históricamente con la estrella que guiaba a los Reyes Magos de Oriente en su camino hacia Belén. Por el intenso brillo en la bóveda celeste y porque, cuando se produce, sólo se puede ver durante unos días cercanos a la Navidad.
El 21 de diciembre de 2020 Júpiter y Saturno estuvieron más cerca que nunca lo que desde nuestro planeta podía verse como si fueran un solo objeto en el cielo ya que se encuentran a más de 800 millones de kilómetros de distancia de la Tierra. Hacía 400 años que no se registraba este fenómeno y tendremos que esperar hasta marzo de 2080 para poder volver a ver a estos dos planetas tan cerca uno del otro.
Tecnología al servicio de la Ciencia
Fue el último gran evento astronómico de 2020 y desde el Instituto de Astrofísica de Canarias no quisieron dejar pasar esta oportunidad. Para poder captar estas imágenes el astrofotógrafo Daniel López, utilizó un telescopio de 26cm de apertura, una cámara de 16 megapíxeles y una rueda de filtros (LRGB). Se tomaron miles de imágenes de 10ms a unas decenas de 20s para poder mostrar los detalles del brillante Júpiter hasta la extremadamente débil luna de Saturno Hiperión (Mimas y Encélado quedaron ocultos por el brillo de Saturno).