Así fue la persecución en Sevilla que acabó con la detención de un hombre que había tirado tres cuerpos a la cuneta

El portavoz de la Policía Local de Sevilla, Mario Domínguez, ha puesto en valor el operativo desarrollado este domingo y que ha concluido con la detención en Sevilla de un presunto atracador al que la Guardia Civil venía persiguiendo desde Cádiz y que portaba un arma larga en los asientos traseros del vehículo que conducía.

Minutos antes, un ciudadano lo había denunciado por haberlo visto lanzar tres cuerpos a una cuneta en la carretera que de Jerez con Chipiona. Un fallecido y dos heridos de gravedad.

Domínguez ha explicado a los medios de comunicación que la persecución en vehículo duró en torno a unos dos minutos, desde la avenida de la Raza, donde se localiza en un primer momento, hasta Blas Infante, ya que "se saltaba todos los semáforos".

Pese al peligro para la seguridad vial, ha destacado que no se han producido accidentes en un recorrido marcado por el ruido de las sirenasy donde los agentes han llegado a disparar al aire hasta en dos ocasiones en dos puntos diferentes cuando se producía la huida a pie, ya que "se sabía que iba armado y cuando iba corriendo hacia giros en los que parecía que podía utilizar el arma". De hecho, los agentes encontrarían después un arma larga tras el asiento del copiloto en el vehículo del detenido.

Domínguez señala que la operación se inició al tener conocimiento de la persecución emprendida por la Guardia Civil, tras lo que se procedió a organizar a todos los policías que estaban de servicio para que éste no abandonara de la ciudad, colocándose en los distintos puntos de salida de Sevilla.

Una vez que fue localizado en la avenida de la Raza por la Policía Local, se va informando de la posición hasta que el resto de agentes lo cercan en la avenida de Blas Infante, de donde consigue salir al subirse a la acera y huir por detrás de las instalaciones del Metro de Sevilla.

Al llegar a la avenida República Argentina, abandona el vehículo en la esquina de la calle Arcos, bloqueando su entrada para que no puedan seguirlo los vehículos de la Policía, y emprende la huida a pie, siendo detenido 800 metros después, en la calle Nao, donde había intentado esconderse bajo unos vehículos.

Por último, Domínguez indica que opuso "cierta resistencia", aunque recuerda que fueron cuatro los policías que lo detuvieron y esposaron, siendo entregado posteriormente a la Guardia Civil.