Controles barcos
Así son los controles de velocidad y alcoholemia en el mar de Santander
La Guardia Civil también revisa la documentación de los barcos y el número de pasajeros. En el vídeo puedes ver cómo trabajan.
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Los controles de la Guardia Civil se intensifican en verano, también en el mar. Tal y como se puede ver en el vídeo, un equipo de Antena 3 Noticias ha acompañado a una patrulla de la Guardia Civil que realiza controles de alcoholemia y velocidad en la Bahía de Santander.
Se trata de un lugar en el que se registra mucho tráfico de todo tipo de barcos a diario entre tráfico de mercancías, de pasajeros o embarcaciones de recreo. En las imágenes se puede apreciar cómo los agentes detienen a una embarcación para realizar un control de alcoholemia a sus integrantes. También realizan los controles rutinarios a otra embarcación que supera el aforo permitido, causa por la que después son denunciados.
Además, mediante su aparatología pueden comprobar la velocidad a la que circulan las embarcaciones. Y es que, superar los límites puede conllevar multas de hasta 90.000 euros. En el verano de 2020 se sancionaron a un centenar de embarcaciones. Pero es muy importante mantener la seguridad en el mar, al igual que se hace en las carreteras.
Da positivo en alcohol y cocaína
De hecho, hace unos meses, el patrón de una embarcación de recreo que cayó al agua y dio positivo en alcohol y cocaína. Ocurrió, precisamente, en la Bahía de Santander. Tanto él como su acompañante cayeron al agua y dejaron el barco girando sobre sí mismo, algo que supone un gran riesgo para el resto de embarcaciones que se encontraban en la zona, sobre todo para aquellos que acuden a la zona a realizar cursos de navegación. Se puede considerar una imprudencia importante.
Ambos tuvieron que ser rescatados por otro barco. Los trasladaron a tierra y, una vez allí, los agentes del Servicio Fiscal y del Servicio Marítimo de la Guardia Civil les realizaron las pruebas de productos tóxicos. En estas pruebas, el patrón dio positivo en cocaína y alcohol. La Guardia Civil denunció al infractor por el estado en que estuvo conduciendo el barco, y también por tener manipulado el sistema de seguridad de 'hombre al agua', así como por alteración del orden público. La multa podría ascender hasta los 120.000 euros.
El barco fue remolcado hasta el Puerto por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Es aquí donde, tras la inspección, se dieron cuenta de que no había parado cuando los ocupantes se tiraron al agua ya que, estaba manipulado.
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