A pesar de que los aplausos a los sanitarios en los primeros días del estado de alarma es uno de los actos que más recordamos, no todo han sido buenos gestos hacia ellos en este tiempo. Desde el inicio de la pandemia se han registrado casi un millar de casos de ataques a profesionales de la salud, un 52% más que en los dos últimos años.
Los sindicatos achacan el aumento a la falta de recursos materiales y humanos para hacer frente al virus y hacen hincapié en que cada vez son más los insultos que se llevan a cabo por teléfono. El informe alega que este aumento de situaciones violentas durante los últimos meses se debe a ciudadanos crispados por la atención recibida en estos meses en los que los centros de salud estaban desbordados.
Los datos del Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) han recogido 441 incidentes violentos en 2020. El 52% de los incidentes se producen en atención primaria y en el 57% de los casos, la víctima es la mujer.
Desde la OMC también señalan el repunte de las agresiones verbales y vejaciones que suponen el 90% de los ataques frente al 10% de ataques restantes en los que se han dado lesiones físicas en los profesionales de la salud y que han sufrido de manera igualitaria hombres y mujeres.
En cuanto a quién es el responsable de la agresión, el 52% de las veces son pacientes programados, un 25% se trata pacientes no programados y un 21% de las ocasiones se trata de acompañantes.
Por comunidades autónomas, Andalucía en la región donde más agresiones se han denunciado, seguida de Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Sin embargo, si se atiende a la incidencia acumulada de agresiones las más perjudicadas son Cantabria y Extremadura.