Clase teórica de conducir

Publicidad

LA GUARDIA CIVIL LO HA DETENIDO

Atienden a un hombre al que se le había atascado en el oído el pinganillo que utilizó para copiar en el examen de conducir

Según fuentes de la Comandancia de Salamanca, el sistema utilizado era "prácticamente indetectable", de tal manera que, tras ser sorprendido por los supervisores de la prueba "tuvo que recibir asistencia médica para extraerle del pabellón auditivo el dispositivo acústico que utilizaba como receptor".

Personal sanitario de Salamanca ha tenido que atender a un hombre que tenía un pinganillo atascado en el interior del pabellón auditivo, un aparato que había utilizado previamente para tratar de copiar y aprobar ilegalmente el examen teórico del carné de conducir.

Según fuentes de la Comandancia de Salamanca, el sistema utilizado era "prácticamente indetectable", de tal manera que, tras ser sorprendido por los supervisores de la prueba "tuvo que recibir asistencia médica para extraerle del pabellón auditivo el dispositivo acústico que utilizaba como receptor".

Por este motivo, la Guardia Civil ha detenido a la persona en cuestión y a otro hombre por utilizar en el mismo examen el mismo método y esperar las respuestas correctas desde el exterior de una tercera persona.

En concreto, los dos detenidos son R.U. y G.A., de unos 40 años y de nacionalidad paquistaní, quienes realizaban el examen teórico para conseguir el permiso de conducción de la clase B en Salamanca.

Estas detenciones fueron practicadas por agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Salamanca, cuando se encontraban realizando una inspección periódica a los opositores que se presentan para la obtención de los diversos permisos de conducción, en el aula de la Jefatura Provincial de Tráfico de Salamanca.

Al revisar la documentación, observaron cómo los dos opositores mostraban "un comportamiento que infundió sospechas" de que pudieran estar incurriendo en alguna irregularidad y comprobaron también que uno de los botones de la camisa de uno de ellos presentaba un aspecto diferente a los demás.

Por este motivo, para no interferir ni alterar en el proceso de exámenes del resto de los opositores, los agentes esperaron a la finalización para identificar a estas dos personas en una sala anexa al aula.

Una vez identificadas estas personas, comprobaron que ocultaban unos sistemas electrónicos compuestos por un teléfono móvil, que tenían adheridos al pecho, que actuaba como emisor, controlado por un mando a distancia, y un mini audífono introducido en el oído que actuaba como receptor.

De esta forman, mandaban las imágenes de los impresos de los exámenes a una persona que se encontraba en el exterior de las instalaciones para que les comunicara la respuesta correcta a las preguntas.

Publicidad