Coronavirus
Aumentan las consultas por las consecuencias psicológicas que el coronavirus produce en los niños
Las consultas de atención primaria han aumentado para tratar el estrés o los trastornos físicos y mentales en niños provocados por el coronavirus.
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Retrasos en el habla, mutismo o falta de herramientas sociales son algunas de las consecuencias que las restricciones y el estrés provocados por la pandemia de coronavirus está teniendo entre los más pequeños. En el último año, han aumentado las consultas de atención temprana.
La pandemia nos ha cambiado la vida a todos, también a los más pequeños y, según Noelia Ribadas, logopeda, "puede ser una situación estresante más, tanto para niños como para adultos". Sin embargo, quizás sea a los niños a quienes más está afectando.
Ellos son los que más sufren las restricciones como no poder ir al parque, no poder ir a la piscina o a actividades extraescolares. Además, el cierre de colegios, el confinamiento y la falta de interacción afecta al desarrollo de los más pequeños, niños entre 2 y 5 años.
"Están apareciendo problemas de socialización, de comunicación y problemas motores. Los niños tienen que estar muchas veces en casa", afirma Javier Trillo, terapeuta ocupacional.
La nueva realidad del coronavirus cambia el futuro de los más pequeños
En el último año, los centros de atención temprana han experimentado un aumento de las consultas como consecuencia de la pandemia, pero también de la implicación de los padres y las madres.
"Estimular a los hijos tanto psicomotrizmente, como en el lenguaje para un desarrollo cognitivo pleno es lo más importante para que estos niños consigan un desarrollo global", dice Cristina Rodicio, fisioterapeuta. Los padres recurren a estos centros donde les explican qué hacer en cada situación en el desarrollo de sus hijos.
Los especialistas advierten de que la nueva realidad está transformando el futuro de nuestros niños. "Estos niños van a ser diferentes a otros que no han tenido que vivir esta situación", afirman los expertos. También el uso de mascarillas está produciendo dificultades como falta de atención, frustración o afonía.
Habrá que esperar unos años para comprobar cómo afecta la pandemia a la vida adulta de los niños de hoy.
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