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CAÑADA REAL GALIANA
Un autobús recorre 16 kilómetros de una zona marginal para trasladar a niños que necesitan refuerzo escolar
Las casas de la Cañada Real han evolucionado en apenas tres años. En los lugares donde antes se vendía droga, ahora apenas hay movimiento.
Un autobús recorre alrededor de 16 kilómetros de una zona marginal de la Cañada Real para recoger a niños escolarizados. Los llevan a un centro escolar en el que se les refuerza escolarmente.
Los vecinos también participan en esta acción solidaria enseñando a los niños y les enseñan "un poquito de español porque la mayoría no saben bastante y necesitan un poquito de ayuda". Además, de explicarles cómo a leer y escribir, también les enseñan cómo deben comportarse. Acciones que los propios menores notan porque, según dicen: "Antes no conocía a más gente y como no nos conocíamos nos empezábamos a pelear y ahora ya no".
Los educadores reconocen que al principio cuesta "hasta que cogen una rutina y unos hábitos como todo menor que no ha tenido una línea que seguir".
A muchas familias de uno de los sectores más afectados por el tráfico de drogas se les está preparando para cuando tengan adjudicada una vivienda en otro barrio. La adaptación para ellos formará parte de un proceso difícil, pero estará cargado de solidaridad y ayuda.
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