El hundimiento del pesquero ruso Oleg Naydenov, tras cuatro días de incendio a bordo, ha provocado una sucesión de manchas de combustible que se extiende, fragmentada, por una franja de seis kilómetros de longitud y dos de anchura, han confirmado fuentes de Salvamento Marítimo.
El buque Miguel de Cervantes, dotado de sistemas anticontaminación, y el remolcador Punta Salinas, que estaba con el pesquero cuando se hundió, permanecen en el lugar de los hechos, a unas 15 millas (24 kilómetros) al sur de Gran Canaria.
Desde el aire se aprecia con claridad una mancha sobre la superficie del océano y asegura que en la zona se percibe un "olor a petróleo fortísimo".
Capitanía Marítima ha informado a lo largo del día de que la mancha provocada por este incidente es la habitual en los naufragios, pero que por el momento no existen indicios de un escape masivo del fuel que el pesquero almacenaba en sus tanques (el 'Oleg Naydenov' había cargado 1.400 toneladas de combustible para salir del puerto de Las Palmas el día que se declaró el incendio).
La mancha, según Salvamento Marítimo, ha tomado una deriva en dirección suroeste y se aleja de las costas de Canarias.
Los barcos de este servicio público, dependiente del Ministerio de Fomento, permanecen en la zona en alerta, por si fuera necesario desplegar sus sistemas anticontaminación.
Desde este miércoles por la mañana están desplazados en ese punto del Atlántico un buque de Salvamento dotado con equipos anticontaminación, el 'Miguel de Cervantes', el remolcador 'Punta Salinas' y la embarcación 'Guardamar Talía'.
La Capitanía Marítima de Las Palmas ha activado el Plan Marítimo Nacional de respuesta ante la contaminación del medio marino en su nivel 0 de alerta (el más bajo en las 4 escalas posibles) y ha puesto en marcha los procedimientos previstos.
Además, se han posicionado medios de lucha contra la contaminación que incluyen barreras, tangones y 'skimmers' para la contención y recogida de hidrocarburos a bordo del buque de 'Miguel de Cervantes'.
