La Rioja
La bajada del caudal del Ebro permitió la aparición del cadáver de Javier Márquez
La identidad del cadáver hallado fue rápidamente contrastada porque portaba la cartera con su documentación y el teléfono móvil.
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Han sido 19 días de desesperada búsqueda, de esperanzas exiguas pero latentes entre familiares y amigos de Javier que ayer quedaban rotas definitivamente cuando un bombero voluntario avisaba del avistamiento de un cuerpo en el río Ebro. Se ponía punto final a una operación de rastreo que ha acaparado todos los efectivos posibles que han aportado varios cuerpos policiales y muchos voluntarios.
El cuerpo de Javier apareció en la zona donde siempre se especuló que había podido caer al río. ¿Por qué se ha tardado 19 días en localizar un cuerpo pese a que se peinó esa superficie en varias ocasiones? El caudal del río Ebro, que en semanas pasadas alcanzó máximos anuales, es la clave. Solo cuando las aguas han bajado se ha podido encontrar al joven, enredado en ramas y troncos.
La noticia de la aparición de un cuerpo en el río Ebro sobresaltaba, ayer miércoles, a muchos de los voluntarios de Santo Domingo de la Calzada, que desde el 2 de marzo se reunían a diario para buscar a Javier, mientras realizaban un descanso para almorzar. Rápidamente acudían al lugar para obtener noticias.
Un bombero que realizaba labores de búsqueda de manera voluntaria, coordinado por Policía Nacional, daba el aviso. Una lancha del GEO acudía a la zona, próxima a Caixaforum, y encontraba un cuerpo "muy enredado en ramas". Lo primero era intentar conocer la identidad ante la enorme incertidumbre entre amigos y familiares.
"Las ropas que portaba junto con la cartera con su documentación y el teléfono móvil" hacían rápida esta tarea, informaba hoy el jefe superior de la Policía Nacional en Logroño, Manuel Laguna. Sin demora se informaba en primer lugar a la familia, que, aunque rota de dolor, podrá llorar a Javier conociendo lo ocurrido.
La confirmación oficial tardó mucho más en llegar. Tuvieron que ser los propios familiares los que informasen a los medios de comunicación de la aparición del cuerpo de Javier. "La operación de búsqueda ha finalizado, pero no la investigación", apuntaba el jefe de Policía Nacional. "El secreto de sumario sigue vigente y aún no se pueden desvelar los datos relevantes, aunque creemos que el juez abrirá pronto el secreto, porque ya no tiene sentido mantenerlo". A falta de confirmación se descartaría cualquier indicio de criminalidad en la desaparición y muerte del joven riojano.
Policía Nacional de Logroño se ha encargado, por jurisdicción, de la investigación del caso y de la búsqueda en el término municipal de la capital riojana. Ha contado con agentes de los GEO, helicóptero, drones, agentes que han buscado en el subsuelo, efectivos caninos que incluso "se han lesionado por la dificultad que entrañaba la búsqueda, incluso con riesgo vital en el río", detallaba la delegada del gobierno, Belén Arraiz.
Pero la búsqueda ha reunido a muchos más efectivos. La Guardia Civil se implicaba desde el primer minuto con numerosos efectivos, buscando a lo largo del río Ebro, con agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), un helicóptero, drones y también unidades caninas.
La zona se fue extendiendo y se peinó el río desde Logroño hasta Zaragoza. Protección Civil, Policía Local y muchos voluntarios, como los bomberos municipales, se implicaron en una búsqueda que ha tenido en vilo a Logroño, a Santo Domingo de la Calzada y a toda La Rioja.
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