Barcelona y su área metropolitana y también Lérida entran este lunes en la fase 2 de la desescalada por el coronavirus, lo que supone un gran cambio de hábitos para más de cinco millones de personas, el 66% de la población de Cataluña, que podrán acceder a las playas, comprar en centros comerciales, ir a la escuela, y comer o cenar dentro de bares y restaurantes.
Este cambio de fase que se produce cuando la conselleria de Salut podría decidir solicitar a Sanidad que Barcelona, su área y Lérida pasen a fase 3 el próximo 15 de junio, es decir una semana antes de lo previsto, y acortando el tiempo de permanencia en la fase 2 si se cumplen los requisitos sanitarios y de reducción de contagios tras la crisis del coronavirus.
Desde este lunes 8 de junio se puede acceder a las playas de Barcelona para tomar el sol y bañarse. El ayuntamiento ha puesto en marcha su plan para evitar aglomeraciones y garantizar de este modo la distancia mínima de cuatro metros recomendada entre grupos y personas individuales en la arena.
Así controlan el aforo en playas
Este lunes se están instalando los primeros videosensores que harán fotografías cada cinco minutos y avisarán cuando las playas lleguen a su límite de aforo. Estos videosensores tienen un campo de visión de 400 metros. Esto se complementará con la vigilancia de cámaras que ya están instaladas en la Torre Mapfre.
Además, en el caso de las playas con mayor afluencia, como son las de Barceloneta, Sant Sebastià, Sant Miquel y Somorrostro se instalarán vallas de madera y cuerda, y tendrán 15 puntos de acceso.