La Guardia Civil detuvo a Bernardo Montoya cerca de El Campillo después de un seguimiento de varios días.
La sospecha sobre Montoya comenzó el mismo día que varios agentes de la Guardia Civil accedieron, junto al padre y al novio de Laura Luelmo, al domicilio de la joven.
En ese momento Montoya salía de su vivienda y los agentes aprovecharon para realizarle algunas preguntas acerca de la profesora, sin embargo este negó conocerla. Sin embargo, después de hablar con él, investigaron su historial y pensaron que quizás podría tener algo que ver con la desaparición de la joven.
Desde ese momento Montoya estuvo vigilado y se siguieron sus pasos los días posteriores a la desaparición de Laura Luelmo. Se sabe que fue al municipio donde residen su padre y alguna de sus hermanas y que más tarde pasó por Huelva.
Tras colocarle una baliza en el coche y seguirle, se dieron cuenta de que Montoya se desvió con su coche por un camino y que detuvo el coche. Entonces trató de adentrarse por el campo a pie, sin embargo, la Guardia Civil decidió detenerle.
Esa misma noche Montoya confesó que sí conocía a Laura Luelmo y que la había llevado a un callejón sin salida después de que la joven le preguntara por la dirección de un supermercado.
