El jefe de los Bomberos de Málaga, Julián Moreno, fue el encargado de diseñar y das las instrucciones para la creación de la jaula con la que bajarían los mineros para rescatar al pequeño Julen, atrapado en un pozo de Totalán.
La idea para crear la cápsula le llegó después de estar varios días dándole vueltas a una reunión que habían mantenido los representantes de cada cuerpo. Moreno cuenta que durante este encuentro poco se habló de cómo descenderían los mineros y explica que lo previsto era que lo hicieran con cuerdas: "Estábamos hablando de cuerdas a 50 metros de profundidad trabajando con maquinaria pesada, no me parecía nada seguro y por eso cuando me retiré a descansar me quedé diseñando mentalmente un boceto".
A pesar de estar tres días sin dormir, Moreno diseñó el boceto de la que sería la cápsula y se la enseñó a los mineros para ver si era factible. A los mineros les pareció bien la idea y entonces se la trasladaron a José Carlos, un herrero que en apenas un día y medio construyó la cápsula.
José Carlos y Julián estuvieron en contacto a través del teléfono mientras se construía la cápsula, cuyta finalidad era "que los mineros pudieran trabajar lo más seguros y confiados posibles".
Los mineros le trasladaron a Julián su agradecimiento por el diseño de la cápsula porque "gracias a ella se acortó el periodo de trabajo porque era más rápido y cómodo".
Tras muchos días trabajando mano a mano todos los cuerpos de seguridad y los voluntarios, Julián Moreno indica que el hallazgo del cuerpo sin vida de Julen ha sido un mazazo: "Nos ha roto porque siempre te queda la esperanza de poder encontrarlo con vida".
Sin tener ningún antecedente parecido en su trayectoria profesional, el ingenio es el principal recurso que tienen a mano.
La parte positiva ha sido la nueva amistad que ha surgido entre el cuerpo de bomberos y el herrero que han trabajado noche y día para rescatar al pequeño del pozo. Una amistad que durará para toda la vida por todos los momentos compartidos.
