Brote de coronavirus

Un brote de coronavirus en un convento de monjas provoca el cierre de la hostelería en Aranda de Duero

Casi 60 monjas de clausura han dado positivo en coronavirus y por este motivo, la Junta de Castilla y León ha ordenado cerrar la hostelería.

Convento Aranda Duero

Publicidad

Un brote de COVID-19 registrado en el convento de la congregación Iesu Communio en el santuario de San Pedro Regalado, en La Aguilera (Burgos), ha provocado que la Junta de Castilla y León decrete el cierre la hostelería de Aranda de Duero, municipio al que este convento pertenece.

Han dado positivo en coronavirus 57 monjas, de las 120 que viven en el convento. Se trata de una congregación de monjas de clausura, por lo que, según ha explicado el alcalde de La Aguilera, Luciano Burgos, "no se ha registrado ningún contagio más (por este motivo) entre la población, ya que las religiosas son de clausura y apenas hacen vida en el pueblo". Sin embargo, estos contagios han disparado la incidencia acumulada en 14 días en Aranda de Duero, porque La Aguilera es una pedanía de dicho municipio. Por este motivo, la Junta de Castilla y León ha decretado el cierre de los bares y restaurantes para evitar la dispersión del virus.

Las monjas se encuentran en buen estado

Las monjas contagiadas se encuentran bien y están aisladas en sus habitaciones. No se teme por nuevos contagios en el convento porque a principio de semana ya se realizó un cribado y se sumaron 30 casos positivos a parte de los 27 registrados cuando se detectó el brote. Uno de los principales motivos por los que la propagación del virus ha sido tan fuerte, además de por el hecho de ser una comunidad de clausura, es porque solo estaban vacunadas las mayores de 80 años, apenas una quincena de ellas.

Mejora la situación por coronavirus en Castilla y León

Los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad muestran un progresivo descenso ya que hoy se recuperan valores que no se registraban desde hace más de un mes. La incidencia acumulada por covid-19 a 14 días en Castilla y León se sitúa 145,10 casos por cada 100.000 habitantes, seis puntos y medio por debajo de los de ayer. Gracias a estos valores la comunidad pasa a nivel naranja, es decir, el nivel medio de riesgo. A excepción de Burgos y Segovia, que siguen en riesgo alto, todas las provincias se sitúan en este nivel.

En cuanto a la presión hospitalaria, también continúa mejorando. En la última jornada se ha notificado que están al 25,74% y la buena noticia es que dónde más baja la presión es en las habitaciones UCIs. La provincia que mejores datos refleja al respecto es Salamanca, con un 14,52 y la que peor León con un 24,21%.