En la provincia de Burgos más de 100 años atrás ya se tuvieron que aplicar medidas similares a las de ahora con el coronavirus para combatir una epidemia. "Habiéndose cometido por algunos pueblos la imprudencia (sic...) de celebrar las fiestas de la localidad, dando origen con ello a que se haya difundido rapidísimamente la epidemia de gripe entre el vecindario, creando con ello situaciones angustiosas para dichos pueblos, vuelvo a reiterar a los que todavía no estén convencidos del grave peligro que esto encierra, que se abstengan terminantemente de celebrar dichas fiestas y reuniones".
Parece un aviso de hoy, pero no, se publicó en 1918 en un boletín oficial extraordinario de la provincia de Burgos.
El mundo vivía la mayor pandemia de la historia. La mal llamada gripe española (jamás se originó en nuestro país) había empezado a expandirse en primavera y alcanzó su pico en octubre. Término a principios de 1920 y provocó entre 50 y 100 millones de muertos, muchos de ellos jóvenes de entre 19 y 45 años.
En todo el mundo se habían empezado a tomar medidas,pero como ahora, hubo quien se las saltó. El ejemplo que sabemos está recogido en el boletín de Burgos. Unos "mozos" de Los Balbases habían acudido a una función en la localidad próxima de Villaquirán donde contrajeron la enfermedad. Al regresar a su pueblo contagiaron a 800 de los 1200 vecinos.
Y por eso, Andrés Alonso López, gobernador de la provincia de Burgos tuvo que advertir a los ciudadanos que estaba dispuesta a "castigar duramente" a quien se saltara las normas . Le pidió que se "abstuvieran" de reunirse en lugares cerrados, con poca ventilación, donde hubiera mucha gente como tabernas o cafés.
Y aunque fue hace cien años las recomendaciones fueron las mismas: extremar la higiene, evitar las aglomeraciones y escuchar a los médicos.
También la forma de contagio nos recuerda mucho lo que estamos viviendo. Lo recoge también el boletín... "La infección se propaga por las gotitas de saliva que despide el que habla, tose, etc... a nuestro lado, al ser respiradas por los que le rodean, si está enfermo o convaleciente".
El gobernador también daba consejos de limpieza como ventilar bien las habitaciones, incluso dejando las ventanas abiertas todo el día. Pero a diferencia de ahora, entonces sí se recomendaba "estar en el campo el mayor tiempo posible porque el aire libre, el agua y la luz son los mejores desinfectantes".
Y como ahora, hace cien años también corrieron los bulos de falsos remedios para curar la enfermedad. La Junta Provincial tuvo que aclarar también que beber alcohol y fumar no curaba la gripe.
Los seres humanos somos tan predecibles...