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NINGUNO SUPERÓ LA PRUEBA

Se busca enterrador en Cálig, Castellón

En Cálig, un pueblo de Castellón, se ofrece una plaza de funcionario como sepulturero. El número de aspirantes asciende a 22 pero ninguno de ellos logró superar el examen que, según afirma uno de los vecinos, fue demasiado complicado.

Se busca enterrador en Cálig, un pueblo de Castellón. El Ayuntamiento del pueblo oferta una plaza de funcionario para desempeñar el trabajo de enterrador, y para ello los aspirantes deben superar antes un examen.

El problema surgió cuando de los 22 aspirantes a la plaza ninguno consiguió aprobar. Uno de los vecinos que realizó la prueba, Marco Antonio, afirma que el examen fué muy complicado y destaca una de las preguntas; "¿Qué es una sierra de calar?". Marco Antonio asegura conocer la respuesta pero, al parecer, no era la correcta.

La próxima convocatoria se celebrará a finales de agosto, y el que logre superarla tendrá un sueldo vitalicio de 1.000 euros al mes. Hasta entonces y viendo el fracaso de la primera convocatoria, el Ayuntamiento se está planteando contratar a un trabajador temporal que cubra el puesto durante los meses de verano, que suelen ser los más intensos.

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Las Tierras raras del Campo de Montiel, Ciudad Real

Las tierras raras de Ciudad Real: el filón de la monacita gris

El Campo de Montiel en Ciudad Real alberga un enorme filón de tierras raras bajo su superficie: contiene la preciada Monacita gris, clave para crear los llamados imanes permanentes que se usan en los aerogeneradores y en los coches eléctricos. La empresa minera Quantum pugna por la explotación de este recurso pero los vecinos de la Comarca presentan una fuerte oposición al proyecto que espera la aprobación o el rechazo de la Junta de Castilla la Mancha.

Los pastilleros personalizados funcionan

Los pastilleros personalizados funcionan: "Son una bendición"

Se han convertido en el mejor aliado de los mayores poli medicados. En Galicia, el Sergas los ofrece de manera gratuita a los pacientes de 75 años o más con una pauta diaria que supere las 10 pastillas. Son 3000 los mayores gallegos que cumplen estos requisitos, pero por ahora tan solo un poco más del centenar se ha animado a usarlo.