Desaparición

Buscan a Carolina Vargas, una joven vulnerable que ha desaparecido en Velilla de San Antonio, Madrid

La mujer de 29 años fue vista por última vez el 21 de diciembre junto a un compañero de residencia.

Desaparición de Carolina Vargas en Velilla de San Antonio: preocupación por una joven vulnerable

Desaparición de Carolina Vargas en Velilla de San Antonio: preocupación por una joven vulnerableSOS Desaparecidos

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Carolina Vargas Bottaro, de 29 años, está desaparecida desde el pasado 21 de diciembre en Velilla de San Antonio, Madrid. La joven, descrita como vulnerable y residente en un centro para personas con discapacidad intelectual en Arroyomolinos, fue vista por última vez junto a un compañero de su residencia. Desde entonces, no se ha sabido nada de ella, y la preocupación de su familia y de las autoridades va en aumento.

Según ha explicado Lourdes Bottaro, tía y tutora legal de Carolina, la joven estaba con ella en Velilla cuando se encontraron en la puerta de su casa con un compañero de la residencia que se había fugado. El chico les contó que llevaba días sin comer y sin dormir, y que había estado pidiendo dinero para sobrevivir. Lourdes le dio a Carolina 10 euros para que lo acompañara a comprarse algo de comida y otros tres euros al chico para que pudiera regresar a Madrid en autobús. Sin embargo, desde ese momento, ninguno de los dos volvió.

Características de la desaparecida

Carolina Vargas mide 1,65 metros, tiene complexión mediana, el cabello negro y ojos marrones achinados. El día de su desaparición vestía una sudadera y una chaqueta negra de pelo. Su familia, junto con la Asociación SOS Desaparecidos, solicita la colaboración ciudadana para localizarla.

Si alguien tiene información sobre su paradero, puede contactar con los teléfonos de emergencia 112 o 062 (Guardia Civil), o con los números oficiales de SOS Desaparecidos: 649 952 957 y 644 712 806.

Posibles riesgos

La familia de la desaparecida ha asegurado que no es la primera vez que Carolina desaparece, pero sí la ocasión en la que más tiempo ha pasado sin dar señales de vida. En 2023, Carolina y un grupo de compañeros de la residencia hicieron una fuga similar, pero regresaron al cabo de tres días. Ahora, ya ha transcurrido más de una semana, lo que incrementa el temor por su seguridad.

Carolina y su compañero no tienen teléfono móvil, lo que dificulta cualquier intento de localización. Además, ambos requieren medicación para mantener estable su comportamiento, lo que provoca mayor urgencia a la búsqueda.

Investigación en curso

La Guardia Civil está tratando el caso como una fuga voluntaria, dado que Carolina y su compañero decidieron marcharse juntos. Sin embargo, la familia de Carolina teme que su vulnerabilidad e influenciabilidad la expongan a situaciones peligrosas.

Este caso es un recordatorio de la importancia de la colaboración ciudadana para encontrar a personas desaparecidas. La familia y las autoridades confían en que cualquier información pueda ser clave para dar con el paradero de la joven. Desde SOS Desaparecidos insisten en la importancia de la difusión masiva de la alerta, ya que cualquier dato podría ser crucial. Mientras tanto, la búsqueda continúa con la esperanza de un desenlace positivo.

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