Tenerife

La búsqueda de un tesoro deteriora la casa de un corsario del siglo XVIII

Amaro Pargo fue un corsario del siglo XVIII que vivió en Tenerife y del que tan solo queda su casa, o lo que los restos dejan de ella. Una leyenda sobre un tesoro está haciendo que su vivienda se deteriore más, pero el tesoro es la casa.

Casa de Amaro Pargo

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Las historias de piratas y corsarios están rodeadas siempre de mucho misterio y aventuras. Eso es lo que abraza a la figura de Amaro Pargo. Ahora, la casa en ruinas donde vivía el corsario está siendo objeto de saqueos por la búsqueda de un tesoro inexistente.

¿Quién fue Amaro Pargo?

Nació en Tenerife en 1678. Con 14 años se hizo a la mar, y ya con 21 era alférez. Acumuló una gran fortuna, con 900 fanegadas y 60 casas. Fue corsario y capitán de mar y tierra por designación real.

Amaro Pargo
Amaro Pargo | Antena 3 Noticias

Poseyó barcos con los que comercializó con México, Venezuela, Cuba y el Mediterráneo. Este antiguo corsario, prestador y hombre de comercio rondó los mares y otros países entre los siglos XVII y XVIII.

Fue un hombre de mar que coincidió con la Edad Dorada de la piratería, una etapa histórica que engloba aproximadamente desde el año 1620 hasta el 1795. Realizó varias obras de caridad y construyó diversas edificaciones para su ciudad natal.

Tras vivir muchas aventuras en el mar, Amaro llegó incluso a coincidir con el mítico pirata Barbanegra, con quien tenía una relación de respeto mutuo. Era un personaje altamente respetado, una figura representativa de una etapa dorada para el contexto español.

Tenía una hacienda en la zona de Machado, en el municipio tinerfeño de El Rosario. Ahora esa casa se ha convertido en lugar de peregrinaje para muchos curiosos, movidos por el misterio y la aventura, se acercan en busca de un tesoro, un bulo producto de una leyenda que no existe: que las paredes de la vivienda guardan un valioso tesoro del pirata.

La leyenda del tesoro

Existe una leyenda que lo acompañará siempre, por eso a lo largo de los siglos se han vivido varios saqueos en su casa de Machado. Solo se ha podido recuperar una parte de su tesoro: un botín compuesto de plata, joyas de oro y piedras preciosas de gran valor, un tesoro que siempre guardaba en su camarote.

Este cofre quedó catalogado en un libro envuelto con la letra D, un escrito que actualmente se encuentra desaparecido: un botín valorado en una altísima fortuna que aún no se ha encontrado. Y de ahí viene la leyenda de la búsqueda del tesoro perdido.

Frenar el deterioro de la casa, el objetivo de los vecinos

Ángel Adán Peñalosa y Beatriz García Puertas son una pareja de arquitectos técnicos y profesores de instituto jubilados que se han propuesto frenar este deterioro de la histórica casa de Amaro Pargo.

Ángel Adán Peñalosa y Beatriz García Puertas
Ángel Adán Peñalosa y Beatriz García Puertas | Antena 3 Noticias

Digamos que ellos son "vecinos" del corsario porque viven en Machado, lugar donde se encuentra la casa en ruinas, ahora quieren recuperar lo que se pueda de este inmueble declarado de Bien de Interés Cultural (BIC).

Ángel y Beatriz denuncian que esta hacienda es desde hace muchos años punto de mira de los buscadores de tesoros "llevados por la falsa leyenda de que entre sus muros el famoso personaje lagunero que vivió a caballo entre los siglos XVII y XVIII escondió una fortuna".

"No hay otro tesoro que la propia casa", es lo que dice Ángel, quien insiste en que "la gente que viene no es consciente de que está a destruyendo un bien patrimonial".

Un bien patrimonial, dice la pareja de arquitectos, que descubrimos en los libros de historia dedicados a Amaro Pargo, páginas escritas por catedráticos e historiadores, como Manuel De Paz Sánchez y Daniel García Pulido, de la Universidad de La Laguna, o escritores como Alfredo López Pérez, que ha publicado una novela sobre el histórico corsario.

"La casa, defienden los vecinos de Amaro Pargo, mantiene el valor y la riqueza de sus materiales de construcción. Es antigua y sólida, por lo que aún se puede recuperar lo que queda". Por eso es importante actuar cuanto antes para que no se deteriore más. Con ese objetivo, la pareja se ha puesto en contacto con el actual propietario de la vivienda y con las administraciones públicas, para que intenten llegar a un acuerdo y poner a la hacienda de Amaro Pargo en el lugar que se merece.

Una de las opciones que consideran estos vecinos es convertirla en un centro de interpretación del Camino Viejo de Candelaria, donde se muestre la vida de este corsario que "tanto hizo por la sociedad necesitada de la época".

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