Una cabra se cuela en el salón de una casa huyendo de los incendios y vuelve loca a la Guardia Civil

Una cabra se ha colado en el salón de una casa el pasado miércoles de Callosa de Segura, un pueblo de Alicante. El animal intentaba escaparse de las llamas de uno de los incendios de la ciudad alicantina, que está siendo devastada por las llamas.

La cabra montesa huía del fuego y, se encontraba en el tejado de uno de los domicilios que se encontraban cerca. Permaneció en el tejado hasta el momento en el que este sucumbió y cayó al patio de una de las viviendas. Una vez que accedió, el dueño de la casa llamó a la Guardia Civil para sacar al animal de allí.

En el momento en el que entró a la casa, la Guardia Civil dio inicio a una yincana por sacar al animal del domicilio. La cabra comenzó a correr por toda la casa para intimidar a los agentes, que por un momento se vieron abrumados por el animal. Pasó por la cocina, el salón y los pasillos, e incluso le ofrecieron comida, pero ni con esas conseguían deshacerse del animal.

Finalmente terminaron acorralando al animal y lograron sacarlo por una de las puertas de la casa, de la que salió corriendo de forma desorientada.

Animales que invadieron otros domicilios

Y es que este no es el único caso de animal que se cuela en un domicilio. Hace unos años ya pasó en otra casa. Al director editorial de la organización Trevor Project, John Paul Brammer, le ocurrió algo parecido un fin de semana que descansaba en su casa tranquilamente hasta que, para su sorpresa, llegaron con dos perros y un gato.

Mientras disfrutaba de sus días de descanso, Brammer escuchó un ruido que parecía que provenía de la puerta. Para su sorpresa, cuando abrió se topó con dos perros y un gato que, hábilmente se colaron por el pequeño hueco que el dueño de la vivienda utilizó para ver quién era. "Sus patas estaban golpeando mi puerta", contó John a The Huffington Post. En ese momento se dio cuenta de que tres animales habían salido de otra casa para colarse en la suya.

Tras este incidente, muchos vecinos habían escuchado el jaleo en el rellano y acudieron a ayudar a John en su misión de dejar a los animales dentro de su hogar. Primero a los dos perros, a los que atrajeron con juguetes y comida, y después al gato, que estaba como en casa en el piso de Brammer.

Finalmente, Brammer consiguió localizar a los dueños y les devolvió sus mascotas.

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