Casi 9 de cada 10 jóvenes consumen alcohol cuando salen los fines de semana. De ellos prácticamente la mitad cuenta con el consentimiento de sus padres. Son datos de un estudio sobre juventud y alcohol que revela otros datos preocupantes, cada vez comienzan a beber a edades más tempranas, en torno a los 13 años. Para los expertos, el principal problema radica en la educación.
Consiguen alcohol sin problemas siendo menores de edad. De hecho, al 70% de los adolescentes nunca les han pedido el DNI para comprar o consumir bebidas alcohólicas, a pesar de que la actual legislación sólo se lo permite a los mayores de 18 años.
Esta facilidad para obtenerlo y esta falta de control y de supervisión seguro tiene mucho que ver con que los jóvenes cada vez comiencen a beber antes. Las cifras son alarmantes. Siete de cada diez adolescentes asegura haber probado el alcohol antes de los 16 años y el 60% se considera consumidor habitual.
Para los expertos estos datos ponen de manifiesto un fracaso en la educación de los más jóvenes, tanto por parte de los padres como por parte de los profesionales. El problema, dicen, no es beber, sino beber demasiado. Y eso deben llevarlo aprendido desde casa.
No hay que olvidar que el consumo de bebidas alcohólicas está detrás del 40% de los episodios de violencia y de cuatro de cada diez accidentes de tráfico.
