En total 21 detenidos y 14 registros en España y 9 arrestados y 42 inspecciones en Bulgaria es el resultado de esta operación contra el "skimming", el método que consiste en robar la información de tarjetas bancarias a través de diversos sistemas de lectura camuflados en los cajeros, algunos indetectables, como un novedoso dispositivo que introducían en la "bocacha" del cajero.
Se trata de los "skimmers" más sofisticados y que por primera vez se han incautado en España: un minúsculo chip que con una pletina queda dentro de la rendija donde el usuario introduce su tarjeta y que con otra "chapa" consiguen recuperar en una operación en la que emplean el mismo tiempo que una persona en sacar dinero, ha señalado Alejandro.
Mientras una microcámara, oculta tras un embellecedor del propio cajero o en un altavoz registra el número secreto.
Una vez consideraban que tenían los datos de varios clientes, procedían a desinstalar sus dispositivos e iniciaban el volcado de datos que remitían con rapidez a otros miembros de la organización radicados en países tan dispares como EEUU, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Malasia, Filipinas, Indonesia o Vietnam.
Sus estancias, tanto en España como en terceros países se limitaba al tiempo estrictamente necesario que en muchas ocasiones no superaban las dos o tres semanas en las que de forma exclusiva se dedicaban a elegir los cajeros e instalar dispositivos.
Aunque no tenían preferencia por ninguna entidad bancaria, sí que escogían un determinado modelo de cajero porque disponían de moldes específicos, si bien el último sistema utilizado era compatible con cualquier cajero.