Volcán La Palma
La calidad del aire mejora gracias a los alisios pero se teme que el viento cambie y deje La Palma incomunicada
Pese a la mejora, está previsto que la dirección del viento cambie este miércoles, lo que podría provocar que se interrumpiese la operatividad en el aeropuerto y en la parte norte de La Palma a causa de la ceniza del volcán Cumbre Vieja
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Los expertos están este miércoles pendientes de la evolución del viento en La Palma. La nube de ceniza del volcán Cumbre Vieja podría provocar que se interrumpiesen los vuelos en el aeropuerto y que la isla se quede incomunicada.
De momento, los alisios han mejorado la calidad del aire, pero se espera que el viento cambie hoy de dirección. El hecho de que la ceniza se desplace a la otra cara del volcán también puede provocar que el equilibrio de la boca en la expulsión de lava y gases se desajuste y favorezca una nueva rotura en los próximos días.
Los científicos, además, siguen de cerca la actividad sísmica en La Palma después de que ésta se haya incrementado a lo largo de los últimos días. Los datos de sismicidad, geoquímica y deformación apuntan a que no está cercano el final de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, que está en fase "madura", de manera que hay que prepararse "para echar bastantes días", han afirmado los responsables del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca).
El aeropuerto podría interrumpir su actividad
Así, un día después de que el Gobierno aprobase un nuevo paquete de medidas por valor de 214 millones de euros para la recuperación de La Palma, está previsto que, a lo largo de esta tarde, los vientos giren la columna de ceniza y gases del penacho hacia la vertiente noreste de la isla, lo que podría afectar a la operatividad del aeropuerto.
Además, los científicos han detectado la apertura de una zona de fisuras a unos cien metros al noreste del cono principal del volcán con emisión de gases y suelo a alta temperatura que, en principio, no tiene carácter eruptivo.
Los expertos del Pevolca, con Miguel Ángel Morcuende como director técnico, creen que lo más probable en el corto plazo es que la lava, bastante fluida, se siga evacuando hacia el mar por encima del camino ya marcado por la colada primigenia, si bien se mantiene la vigilancia permanente ante la posibilidad de que se ensanche o haya nuevos avances, que por ahora no se han detectado.
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