Covid19
El calvario de los pacientes con COVID persistente por recuperar sus vidas: "estamos completamente abandonados"
El COVID persistente, una condición que afecta a quienes siguen experimentando síntomas meses o incluso años después de la infección inicial
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Se cumplen cinco años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió la alerta global sobre el COVID-19, y aunque para muchos la pandemia parece un recuerdo lejano, sus efectos continúan siendo una realidad diaria para millones de personas en todo el mundo.
Sin embargo, uno de los mayores desafíos post-pandemia ha sido bautizado por los expertos como COVID persistente, una condición que afecta a quienes siguen experimentando síntomas meses o incluso años después de la infección inicial, se ha convertido en una crisis sanitaria silenciosa.
Según el medio Gaceta médica, estudios recientes indican que aproximadamente el 6% de las personas que han padecido COVID-19 sintomático desarrollan síntomas persistentes que pueden durar entre cuatro meses y un año, o incluso más en algunos casos. Estas secuelas están afectando gravemente la calidad de vida de muchos pacientes, impactando su capacidad para trabajar y realizar actividades cotidianas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estado monitoreando de cerca los efectos a largo plazo del virus, que incluyen síntomas como fatiga, problemas respiratorios, trastornos cardiovasculares y afecciones neurológicas. En España, se estima que alrededor de 2 millones de personas continúan lidiando con graves secuelas, a pesar de que oficialmente la pandemia ha dejado atrás sus peores momentos.
"A día de hoy vivo con dolor", relata una de las afectadas que es enfermera y comparte que "desde el 2 de abril de 2020 no he vuelto a poder trabajar". Los testimonios revelan una realidad donde "te condiciona al 100% en todas las áreas de tu vida", explica otro paciente, describiendo síntomas como insomnio, fiebres recurrentes y niebla mental.
La OMS ha reconocido hasta 200 síntomas asociados, que van desde dolores articulares y musculares hasta problemas cognitivos severos. Sin embargo, el diagnóstico y tratamiento siguen siendo una odisea para el sistema sanitario. Muchos pacientes se sienten desamparados, sin reconocimiento de baja laboral, a lo que "estamos completamente abandonados".
Mientras tanto, la OMS continúa presionando desde hace años a China para obtener más datos sobre el origen del virus, criticando la falta de transparencia del país asiático. China, por su parte, insiste en que ha compartido información "sin ninguna restricción".
A nivel global, el COVID-19 ha cobrado oficialmente 7 millones de vidas, con más de 150.000 fallecimientos solo en España. Pero para los que sufren de COVID persistente, es una lucha continua. Una paciente reporta tomar hasta 19 pastillas diarias para manejar sus síntomas, mientras lucha por "coger el hilo" en conversaciones.
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