Crimen Alzira
Una cámara grabó al presunto asesino de la mujer localizada en Alzira arrastrando el cuerpo
Poco más de dos semanas necesitó la Policía para esclarecer el crimen de una mujer en Cádiz. El cuerpo fue localizado semienterrado en Alzira (Valencia) cuando su marido y presunto asesino ya había regresado a Estados Unidos. Ha sido detenido en un avión en Barajas cuando regresaba a España. De confirmarse su autoría estaríamos ante un crimen por violencia de género.
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La grabación apenas dejaba resquicio a la duda. En ella se veía cómo un hombre arrastraba por los tobillos el cuerpo sin vida de una mujer y lo introducía en el maletero de un coche. La escena era captada por las cámaras de seguridad de unos apartamentos del municipio de Los Barrios, en Cádiz. Era la noche del 26 de diciembre. La Policía llegó hasta allí tras encontrar el cadáver de la mujer a 700 kilómetros de distancia.
La voz de alarma la dio una amiga de la víctima. Desde el 25 de diciembre no tenía noticia de ella. Yana Rose, de 40 años, realizaba un viaje de vacaciones por España junto a su marido, Michael H., de 55 años. Ambos son norteamericanos aunque de origen ruso, ella, e iraní, él. Yana no daba señales de vida desde el día de Navidad.
La Policía siguió la pista del coche usado por la pareja, un vehículo de alquiler. Apareció en el aeropuerto de Milán, en Italia. Desde allí el sospechoso había viajado a Estados Unidos haciendo escala en el Reino Unido. La pareja residía en la ciudad norteamericana de Denver, en Colorado.
Los agentes averiguaron que su último lugar de residencia en España era un apartamento en Los Barrios, en la costa de Cádiz. Y así llegaron a la grabación de la cámara de seguridad. Los agentes comprobaron que la complexión física del hombre que arrastraba el cadáver coincidía con la del marido de la víctima.
Semanas después, el 21 de enero, se localiza el cuerpo de la mujer, semienterrado en la localidad valenciana de Alzira. Una vez las cámaras de seguridad fueron un aliado de los agentes. Una grabación permitía ver al sospechoso en un establecimiento de suministros industriales cercano. Allí compró una pala, un palote de jardinería, un hacha, guantes anti corte y un cúter. Había trasladado el cadáver de su mujer en el maletero del coche durante más de 700 kilómetros.
Los agentes tenían ya un cuerpo y un crimen. También un sospechoso, pero huido a Estados Unidos. Los agentes del Grupo de Desaparecidos de la Unidad Central de Delincuencia Organizada y Violenta activaron sus contactos internacionales. El 26 de enero el enlace del FBI en la embajada en Madrid les comunica que el sospechoso se dispone a viajar a España. El 28 de enero la policía española le pone los grilletes a Michael en el avión, ya en el aeropuerto de Barajas. De momento no ha dicho nada. La Policía desconoce por qué regresó al lugar del crimen.
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