España despoblada

Un 'Gran Hermano' en la España despoblada para garantizar la seguridad de los vecinos

La Sierra Norte y la Comarca de Molina-Alto Tajo son dos de las zonas más despobladas de España. En localidades como Valtablado del Río o Salmerón han decidido colocar cámaras de seguridad a la entrada y salida del pueblo. Para los escasos vecinos que sobre todo ahora en invierno viven en estos cámaras conectadas a los cuarteles son una tranquilidad.

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Escamilla, 55 habitantes. Salmerón, 155 habitantes. Casilforte, 55 habitantes. Millana, 102 habitantes. Alcocer, 326. Los vecinos de estos cinco pueblos de Guadalajara suman 695 personas, algunas personas menos ahora en invierno. Son parte de la España despoblada. Hay 29 cuarteles para 288 municipios y en muchos casos tienen que recorrer entre 45 y 30 kilómetros para poner, por ejemplo, una denuncia, pero también es verdad que el 80% de estos municipios tienen menos de 200 habitantes.

[H3:Cámaras para vigilar la España vaciada]]

La Federación de Asociaciones para el Desarrollo Rural, FADETA ha conseguido una subvención para colocar 132 cámaras en 13 localidades en total de la provincia de Guadalajara para dar más tranquilidad a los vecinos. Las cámaras graban y almacenan las imágenes en la nube. En caso de un incidente, como robo o pelea la Guardia Civil puede revisarlas y actuar. En caso de que se produzca una catástrofe, como una riada, granizada o incendio, pueden ver en tiempo real qué está pasando en la población.

Salmerón, Millana y Escamilla videovigilados para bien

Los vecinos más mayores están tranquilos aseguran que no pasan miedo, pero les da paz saber que tienen una cámara vigilando, que puede ejercer un efecto disuasorio para los amigos de lo ajeno. Los dueños de comercios básicos, un supermercado, la farmacia, un bar, también están a favor de las cámaras. Antes contaban con la colaboración de la gente para avisarles de si pasa algo, pero ahora no hay nadie viviendo frente a sus negocios, nadie que puede oír un ruido extraño en medio de la noche o apuntar una matrícula de un coche forastero que ronda por las calles del pueblo.

Dicen que no ha pasado nunca nada grave, que quizás este sistema de vigilancia sea más demandado por quienes tienen una casa en el pueblo, pero no residen en él, que saben cómo defenderse, pero aún así no les importa tener un sistema de videovigilancia siempre y cuando se respete su intimidad.

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