Mosquitos
El cambio climático ya provoca que los mosquitos tengan presencia todo el año en Cádiz
El aumento de las temperaturas hace que su aparición ya no sea solo estacional. Se sabe gracias a la aparición del virus Sindbis que portan, detectado especialmente en Vejer, Barbate y Jerez
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El cambio climático trastorna los entornos y ambientes naturales. Ocurre en todo el mundo y sus consecuencias continúan revelándose ante nuestros ojos. Algunas son más notorias, otras menos visibles, pero todas dejarán unos efectos que cambiarán nuestros patrones de comportamiento para adaptarnos a la nueva situación. Y uno de ellos es que el continuo ascenso de las temperaturas ha provocado que en Cádiz la presencia del mosquito sea ya perenne y no estacional. Ha encontrado el ambiente perfecto para asentarse sin desaparecer por un tiempo. Y eso es un problema.
La cuestión es que esto se sabe casi por casualidad. Y que, recientemente, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha dado a conocer un hallazgo sorprendente: la detección del virus Sindbis en territorio español, un descubrimiento que se realizó de manera fortuita durante una investigación sobre el virus del Nilo. Este estudio, publicado en la revista One Health, fue liderado por la Universidad Carlos III y la Estación Biológica de Doñana, y se llevó a cabo en 2022 en varias provincias andaluzas.
Un virus detectado especialmente en Cádiz
Los investigadores analizaron muestras de mosquitos en cinco de las ocho provincias de Andalucía: Córdoba, Sevilla, Málaga, Huelva y Cádiz. Los resultados revelaron que el virus Sindbis se había extendido de manera significativa en las provincias de Huelva, Málaga, Cádiz y Sevilla, siendo Cádiz la que presentó la mayor incidencia. En esta provincia, cuatro de las seis localidades vigiladas mostraron al menos una balsa de agua con vectores positivos. Localidades como Benalup, Barbate, Vejer y Jerez fueron identificadas con presencia del virus, mientras que Puerto Real y Alcalá de los Gazules se mantuvieron libres de él.
Los datos son reveladores: en Jerez, se analizaron 338 ejemplares de mosquitos, encontrando una tasa de infección de 32, lo que indica que un número significativo de estos insectos podría estar portando el virus. En Barbate, se capturaron 385 mosquitos con la misma tasa de infección, mientras que en Vejer se registró una tasa de 13 en 187 vectores analizados. Sin embargo, las tasas más altas de infección se encontraron en dos localidades de Sevilla y Huelva: Almensilla, con una tasa de 54, y Gibraleón, con 43.
Jordi Figuerola, del Departamento de Humedales de la Estación Biológica de Doñana, explicó que el año 2022 fue particularmente seco en Sevilla, lo que podría haber influido en la baja circulación del virus en comparación con Cádiz. Este fenómeno sugiere que el virus podría haber ingresado a través de aves migratorias, aunque su presencia en la región es reciente.
El virus Sindbis, que se ha reportado en brotes en Europa, especialmente en Finlandia, donde se han registrado más de 3,350 casos, puede provocar síntomas en humanos como fiebre, irritaciones en la piel y dolor en las articulaciones. La transmisión es zoonótica, lo que significa que los mosquitos son los principales vectores del virus. Figuerola destacó que las medidas de control para el virus del Nilo son igualmente efectivas contra el Sindbis, dado que ambos virus comparten una ecología similar.
El mosquito ya se queda todo el año
La Estación Biológica de Doñana ha intensificado su vigilancia sobre el virus del Nilo, especialmente durante la invernada de los mosquitos, que ocurre de noviembre a mayo. Sin embargo, la detección del virus en esta época es complicada debido a las bajas densidades de mosquitos. Este año, se ha comenzado a observar actividad de hembras de mosquito durante todo el año, lo que podría estar relacionado con el aumento de las temperaturas invernales.
El cambio climático y los inviernos más cálidos están contribuyendo a un aumento en la incidencia de estos virus. Figuerola advirtió que un invierno templado permite que más hembras de mosquito sobrevivan, aumentando así la probabilidad de transmisión de virus como el del Nilo y el Sindbis. Este hallazgo subraya la importancia de la vigilancia y el control de vectores en la salud pública, especialmente en un contexto de cambio climático que podría alterar los patrones de transmisión de enfermedades zoonóticas.
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