El impacto de la crisis del coronavirus se ve reflejado a diario en las colas para recoger alimentos, que cada vez son mayores. Cáritas advierte de que la situación es límite para miles de familias golpeadas por la crisis.
Las demandas de ayuda se han disparado en casi un 60% en los últimos meses. Cáritas ha señalado en su informe que la pandemia de coronavirus ha anulado en sólo dos meses el efecto de la recuperación que se atisbaba hace un año y se ha vuelto a las cifras del peor momento de la crisis anterior.
"Hace un año se consolidaba cierta fatiga de la solidaridad", asegura Natalia Peiro, la secretaria general de Cáritas, durante la presentación de esos datos. Si hace un año se observaba a la sociedad "desvinculada" porque veía cada vez más difícil hacerse cargo de los que más sufren, "esta crisis demoledora ha dado lugar a un esperanzador rebrote de la solidaridad".
Cáritas también ha registrado que los fondos económicos destinados a cubrir necesidades básicas se han multiplicado por 2,7: especialmente en alimentación o vivienda pero, también, para conexión y dispositivos electrónicos para poder seguir el ritmo escolar, realización de trámites online y apoyo afectivo ante situaciones de soledad e incertidumbre.
¿Cuál es el perfil de las personas que acuden a pedir ayuda?
El 26% de las personas han acudido a Cáritas a consecuencia de la crisis del coronavirus es la primera vez que lo hacían. La encuesta pone también el foco en la realidad de las personas sin hogar, especialmente expuestas al impacto del coronavirus, sobre todo por la vulnerabilidad en la situación de confinamiento decretada dentro del estado de alarma al carecer de un domicilio donde recluirse.
Mientras que durante el año pasado Cáritas gestionó 5.000 plazas dirigidas a personas sin hogar, en los últimos tres meses se han creado más de 1.300 nuevas plazas complementarias en todo el territorio español, que se han concentrado en albergues, residencias o centros de acogida, centros de día, polideportivos, y seminarios.