Carla Fibla explica en primera persona qué se siente al contagiarse con la nueva variante del coronavirus ómicron

La nueva variante del coronavirus, bautizada como ómicron, ha puesto en jaque todos los rincones del mundo. Se ha detectado en Sudáfrica y desde allí, nuestra compañera Carla Fibla nos narra en primera persona lo que es haberse contagiado con la cepa B.1.1.529 de la COVID-19.

"Mi sensación ahora mismo sigue siendo la de cansancio después de ya mi cuarto día de confinamiento. Los primeros días si que fueron como una gripe muy fuerte que iba pasando rápidamente de una cosa a otra por horas con dolor de cabeza, dolor de garganta, en mi caso con poca fiebre, que en principio me han comentado que es algo bueno, lo que pasa es que necesitas dormir mucho y descansar. Eso es básicamente lo que me está pasando a mí" nos explica Carla.

"Lo que ha hecho el Gobierno sudafricano es aprovechar la virulencia que está teniendo ómicron para lanzar una enorme campaña de vacunación. Se han dado el plazo de una semana y tienen vacunas para vacunarnos", añade Carla.

Ómicron preocupa sobre todo por su gran capacidad para propagarse, se extiende de forma veloz entre la población y ha generado el miedo porque acumula muchas mutaciones, en concreto 30 mutaciones en la parte de la proteína Spike que es la que usa el virus para infectarnos.

La incertidumbre viene porque todavía no se sabe si existe más riesgo de transmisibilidad que con las cepas previas, si puede escapar a la protección de las vacunas o si su letalidad es mayor que las anteriores variantes. Por el momento todavía no hay evidencias de que escape a los antídotos ni tampoco de que los contagiados estén más graves, de hecho por ahora los síntomas detectados son leves.

El síntoma más común es la fatiga severa durante uno o dos días, el dolor de cabeza y los dolores corporales. A diferencia de las otras variantes no se suele perder el gusto ni el olfato y la mayoría de los contagiados tienen menos de 40 años.

Ómicron podría estar detrás del aumento de contagios en Sudáfrica aunque los expertos recuerdan que es uno de los países con los mejores sistemas de vigilancia aunque falla en la vacunación. De ahí que expertos en salud pública como Fernando Lamata avise de que "mientras el virus siga circulando, muta" y añade que eso de "vacunar, vacunar y vacunar" está muy bien pero "a todo el planeta, no solo a los europeos". Aseverando que "ese nacionalismo vacunal para los ricos es un suicidio colectivo".

Advierten de que mientras siga habiendo países sin vacuna seguirán apareciendo nuevas variantes.

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