Superación
Carla Maronda reaprende a andar tras perder las piernas y brazos por una bacteria: "La tibia y el muñón no están preparados"
La joven valenciana de 26 años perdió en marzo sus piernas y sus brazos por una infección bacteriana.
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Empezar de cero. Volver a vestirse, a cocinar, a andar, a levantarse. Son acciones cotidianas que, poco a poco, está aprendiendo de nuevo Carla. Ahora, hará hace poco más de un mes, reaprende y recupera su autonomía gracias a sus primeras prótesis ortopédicas que son provisionales. "Es un período de adaptación los dos muñones tienen que reducir y, hasta que esto no pase, no tendré las prótesis definitivas".
Confiesa que el primer día que se levantó con ellas "fue una sensación rara y dolorosa, la tibia y el muñón no están preparados para ponerse encima de este apoyo" tan antinatural. "Pero es la herramienta que necesito para poder andar el resto de mi vida", añade.
"Si que es verdad que, al principio, odiaba las prótesis, pero cuando vi que podía volver a andar fue un progreso que me emocionó mucho", nos cuenta y es que llevaba seis meses en una silla de ruedas. Son unas prótesis financiadas por la Seguridad Social que, cada una de ellas, "cuestan 11.000 euros". Pero, con el tiempo, "si se requieren mejoras, para elementos estéticos o deportivos, cada pieza vale 1.000 euros".
La vida le cambió de la noche a la mañana
A esta joven de 26 años, amante de la hípica, la vida le cambió de la noche a la mañana. Sus amigas y su familia, sin duda, se han convertido en un pilar fundamental en su día a día. Su día a día ha cambiado, y mucho, sus horas pasan en rehabilitación, psicóloga, fisioterapeuta… Una rutina que ha cambiado por completo.
Fue el pasado mes de marzo cuando, por culpa de una infección bacteriana, perdió 4 extremidades de su cuerpo y se quedó sin brazos y sin piernas. "Ahora estoy practicando a hacer cosas tan sencillas como maquillarme, vestirme o ponerme un botón", remarca.
El siguiente paso son las prótesis para sus manos, cada una de ellas supone un coste que oscila entre los 85.000 y 130.000 euros. "A ello hay que añadir que, según que funciones, requieres más las que se utilizan para el día a día, para hacer deporte… Y necesitan que se cambien cada 3 años", confiesa. Ella misma nos remarca que la Seguridad Social cubre una parte, pero no todo, no es suficiente "porque supone un coste muy elevado para las familias afectadas".
A raíz de ello creó la asociación 'Tus manos son mis manos' (@asociaciontusmanossonmismanos https://www.instagram.com/asociaciontusmanossonmismanos/) en ella, aparte de recaudar dinero, también tiene la finalidad de ayudar a todos los que lo necesiten y pasen por una situación similar a la suya "quién necesite apoyo económico o psicológico, porque están en una situación parecida a la mía, no está solos en el proceso, los límites nos lo ponemos nosotros y tenemos que ayudarnos".
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