Corrupción de menores
Una carta anónima ayuda a detener a un pederasta septuagenario en Málaga
Este sospechoso llevaría más de tres décadas atrayendo a su domicilio a chicos, a los que embaucaba a través de la entrega de diferentes regalos, drogas y dinero.
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A partir de una carta anónima en la que se informaba de la presencia de un presunto pederasta en un barrio de la capital, la Policía Nacional ha detenido a un hombre septuagenario en Málaga por su presunta responsabilidad en un delito de corrupción de menores. Este sospechoso llevaría más de tres décadas atrayendo a su domicilio a chicos, a los que embaucaba a través de la entrega de diferentes regalos, drogas y dinero, con la finalidad de conseguir imágenes suyas y encuentros de índole sexual. El número de víctimas asciende, entre menores y jóvenes que ya han cumplido la mayoría de edad, a una veintena, aunque la cifra de perjudicados podría ser mayor.
En el registro en la vivienda del detenido se intervino gran cantidad de archivos informáticos, cuyo volcado y análisis equivalen a más de 70.000 folios en formato pdf. Se incluyen imágenes con menores desnudos y, en algunos casos, incluso manteniendo relaciones con el arrestado. También había fotografías en el inmueble consumiendo 'gas de la risa', hachís y alcohol.
La colaboración ciudadana
La investigación la han realizado agentes adscritos al Grupo de Menores -GRUME- de la Comisaría Provincial de Málaga desde el pasado mes de febrero. Todo comenzó a partir de una carta anónima, que recibieron en dependencias policiales, donde se informaba de la presencia de un presunto pederasta en la capital. Según este escrito, el sospechoso llevaba más de tres décadas invitando a su domicilio a menores, captados previamente mediante la entrega de regalos y drogas, para obtener contenido y encuentros de índole sexual.
Durante la investigación, los agentes descubrieron que este hombre vivía solo y no tenía descendencia. En las relaciones que mantenía, el investigado se limitaba casi en exclusiva a encuentros con jóvenes procedentes de familias desestructuradas, a los que incluso acompañaba en su día a día, incluso llegó a pagar la cuota del gimnasio a ocho chicos, mayores y menores, tras hacerse pasar por familiar suyo. También comprobaron que se trataba de una persona muy activa en redes sociales, con miles de seguidores, siendo la gran mayoría de ellos menores.
Los agentes también observaron cómo acudían al domicilio los chicos, permaneciendo allí largos periodos de tiempo en el inmueble, donde el investigado creaba un clima acogedor para ellos, donde también tenían acceso a drogas y alcohol, una videoconsola y televisión con canales de fútbol y música.
Las víctimas
El número de víctimas asciende a una veintena, entre menores y jóvenes que ya han cumplido la mayoría de edad, aunque la cifra de perjudicados podría ser mayor, según apuntan los propios investigadores.
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La Policía Nacional detuvo al sospechoso el pasado 7 de julio por su presunta implicación en los hechos, aunque no ha sido hasta ahora cuando ha terminado la investigación con el volcado y análisis de gran cantidad de material informático intervenido en su domicilio y equivalente a más de 70.000 folios en formato pdf, que incluyen imágenes con menores desnudos. El investigado, que se encuentra en libertad con cargos, está pendiente de juicio.
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