La casa de de A coruña que rivaliza con Vigo en decoración navideña: "Luces no faltan"

No hay pérdida. La casa de Nano y Charo se encuentra en la localidad de Ordes, en A Coruña, a pocos kilómetros de Santiago. Da igual a qué vecino le preguntemos, empezamos con un: “Estamos buscando la casa…” y enseguida completan la frase: “La casa iluminada, ¿verdad?”

A nadie se le escapa porque es imposible. Se ve desde varios metros antes de llegar. Tiene cientos de luces por cada rincón del jardín y en el interior la cosa continúa. No son los millones de luces led de Vigo pero no se queda corta.

Tres semanas de montaje y preparativos

Este matrimonio lleva años preparando con esmero su decoración y cada edición añaden algo más. Uno de sus emblemas es el Papá Noel gigante que preside el exterior. Lo hizo la propia Charo, al igual que el muñeco de nieve. Horas y horas pegada a la máquina de coser que, asegura, merecieron la pena.

Llevan tres semanas montando todo este despliegue y preparándose para recibir a los que ya han hecho de su casa una parada obligada en su ruta. Muchos porque les queda de paso, y otros que regresan el fin de semana con los niños para mostrarles el espectáculo.

Un espectáculo de luz y sonido

“Lights y music”, decía Abel Caballero. Pues sí, le han tomado la palabra al alcalde de Vigo. Aquí también hay “music”. Nano se encargó de instalar un programa informático que coordina la música con el encendido de las luces, creando todo un espectáculo que se repite tres veces cada tarde.

Para ello contó con la ayuda de su hermano y con muchas horas que ha tenido que robar a otras actividades, sin duda. Pero, una vez más, para ellos merece la pena viendo el resultado.

Ambos disfrutan como niños con todo este proceso y reciben con alegría a todo el que quiera acercarse. Como a nosotros, nada más descuelgan el teléfono se nota la cercanía: “Claro, venid, te comparto la ubicación y os esperamos aquí”.

Homenaje a Valencia a través de las luces

Mimo y dedicación, es su sello de identidad. Hacen a mano, artesanalmente, ellos mismo, cada elemento. Cuidan su colocación y le ponen toda su sensibilidad. La misma que ha hecho que incluso hayan tenido un momento para la solidaridad. Los cambios de color de las luces del árbol en uno de los momentos representan la bandera de Valencia, para transmitir su cariño a las víctimas de la DANA.

El espectáculo está servido hasta el 6 de enero. Ahí apagarán su casa de nuevo y volverán a ser un hogar normal. Pero solo hasta la próxima Navidad. Para entonces están ya pensando las novedades con las que sorprender a su público.

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