La vivienda okupada en la que residían los niños presuntamente asesinados por su madre en Godella (Valencia) no cumplía con las condiciones mínimas de salubridad. Los padres vivían junto a sus hijos, de tres años y cinco meses, en una chabola ubicada en una zona de varias urbanizaciones de chalets.
Los cuerpos de los menores fueron encontrados en la tarde del jueves enterrados de forma separada muy cerca de la casa donde vivían con sus padres en dos espacios distintos, uno a unos 75 metros y el otro a aproximadamente 150 metros.
Según publica el diario Levante, el padre de los pequeños solía recolectar animales muertos y al parecer había colgado un cráneo de animal en la casa en la que vivían porque "decía que así les protegía de los demonios".
"Vais a moror todiz", es la pintada que se puede leer en la fachada de la vivienda en letras de color rojo. También en el exterior de la casa hay juguetes infantiles por todas partes.
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