Acaba el 2014 y con él un año plagado por casos y operaciones contra la corrupción. Un fenómeno que se ha destapado con toda la crudeza posible en los últimos doce meses. La Casa Real (Infanta Cristina), los principales partidos políticos, famosos (Isabel Pantoja), clubes de fútbol (Barcelona en el caso Neymar)... Pocos espacios se han salvado de esta lacra.
El 2014 se cerraba quizá con el caso de corrupción más mediático de los últimos años, el caso Noós. El juez Castro decidía sentar en el banquillo a la Infanta Cristina junto a su marido, Iñaki Urdangarin, en el banquillo por su implicación en las actividades del Instituto Noós. Una decisión que llegaba con polémica ya que ni la Fiscalía ni Hacienda habían solicitado la imputación de la hija de Don Juan Carlos I y hermana de Felipe VI. En total, 17 personas se sentarán en el banquillo por el caso Noós.
Otro de los protagonistas del año era Luis Bárcenas, extesorero del PP y en prisión por su implicación en la supuesta caja B del PP. Una causa por la que tuvo que comparecer un histórico de la formación popular como Ángel Acebes.
El PP se ha visto salpicado por varios casos de corrupción, uno de los más destacados el destapado por la operación Púnica en la Comunidad de Madrid. Francisco Granados, número dos de Esperanza Aguirre, está en prisión junto a otras 17 personas por su implicación en una trama de corrupción en la Comunidad de Madrid.
El PSOE tampoco se ha salvado de esta lacra que azota a las instituciones. El caso de los ERES en Andalucía, que instruye la jueza Alaya, ha puesto el foco sobre históricos dirigentes como Chávez y Griñán. La Audiencia Nacional abrió causa contra los dos por el caso de los ERE fraudulentos.
Cataluña también se veía sorprendida por la corrupción y, en concreto, en su figura más carismática. Jordi Pujol, presidente de la Generalitat durante más de dos décadas, reconocía el pasado mes de julio tener dinero en el extranjero sin declarar.
A raíz de esta declaración se destapaba una red de corrupción que abarcaba a parte de su familia y que le obligaba a comparecer ante el Parlament y someterse a las preguntas de las formaciones catalanas.
El FC Barcelona, otra entidad carismática de Cataluña, vivía su particular annus horribilis por la corrupción. José Luis Núñez, expresidente blaugrana entre 1978 y 2000, ingresaba en prisión por el caso Hacienda. Lo hacía junto a su hijo.
Pero el Barcelona aún debía responder ante el juez Ruz por el caso Neymar, que investiga las supuestas irregularidades en el fichaje del delantero brasileño. Ruz citaba a declarar al padre de Neymar y al director financiero del FC Barcelona.
El fútbol también se veía afectado por el caso Minutas, que acababa con el expresidente del Sevilla, José María del Nido, en prisión.
Otro de los casos más llamativos fue el de las tarjetas black u opacas de Bankia. Hasta 86 consejeros, entre los que se encontraban Rodrigo Rato, Moral Santín o Miguel Blesa, realizaron gastos sin declarar a través de unas tarjetas facilitadas por la caja madrileña.
El propio Blesa se veía también implicado en el Caso de las Preferentes de Caja Madrid.
La Comunidad Valenciana y las Islas Baleares también han sido otro de los focos de la corrupción en España. Carlos Fabra era condenado a cuatro años de prisión por el caso Fabra y Jaume Matas, imputado también en el Caso Noós, ingresaba en prisión por el caso Palma Arena.
La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, presentaba su dimisión un día antes de Navidad acosada por la corrupción. Castedo estaba doblemente imputada por el caso Brugal y caso Rabassa.
Por último, toda España fue testigo del ingreso en prisión de Isabel Pantoja. La tonadillera lo hacía en la cárcel de Alcalá de Guadaíra por su implicación en el caso Malaya.
