En Cataluña la Policía refuerza la vigilancia y las medidas en contra del 'botellón'. Este aumento de la presencia policial se produce especialmente en municipios turísticos de la costa que no quieren que se les relacione con el llamado 'turismo de borrachera'.
Los bares y los restaurantes se mezclan con los locales de ocio. Los jóvenes, antes de entrar, se reúnen en plazas y en calles de los alrededores para empezar con la fiesta. Sus razones son que así gastan menos dinero y explican que por el precio de una copa dentro de la discoteca, fuera pueden tomarse varias.
Cada fin de semana la Policía Local de Platja d'Aro, en Gerona, intercepta hasta 60 grupos de jóvenes que consumen alcohol en la vía pública. Las sanciones comprenden multas de hasta 150 euros y la retirada de las botellas.
Es un dispositivo especial para acabar con la práctica del 'botellón' y [[LINK:INTERNO|||20120811-NEW-00027-false|||con el consumo de drogas en la calle]]. El Jefe de la Policía Local de Platja d'Aro, David Puertas, explica el desarrollo de las nuevas medidas: "La campaña la empezamos sobre el 18 de junio aproximadamente y a fecha de hoy estamos sobre las 400 personas denunciadas por consumir alcohol en la vía pública".
El objetivo es el de evitar las estampas nocturnas del 'turismo de borrachera' que se producen cada verano en los pueblos más turísticos de las costas catalanas.
Por eso, además de patrullar, los agentes también realizan tareas de prevención e informan en pubs y discotecas de la prohibición de vender alcohol a menores.
En sólo un mes y medio de campaña, la Policía ha recaudado 35.000 euros en multas.
