Volcán La Palma
La ceniza del volcán de La Palma 'dibuja' paisajes fantasmagóricos
El volcán de La Palma sigue activo y sigue emitiendo cenizas. Por ello, los vecinos de la isla están trabajando para quitarla de tejados y carreteras, por su lloviese.
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El volcán de La Palma ha dejado la imagen de un bosque sepultado por la ceniza. Da una idea de la dimensión del problema en la isla. Ha aumentado también la emisión de dióxido de azufre y emisión de gases. La calidad del aire, aunque ha mejorado ligeramente, sigue siendo mala. De hecho, los colegios se mantienen cerrados y se recomienda no salir de casa.
Hoy, 5 de noviembre, el viento está ayudando a alejar el humo. Lo está llevando mar adentro. Sin embargo, también esta dificultando mucho la vida de los palmeros porque está levantando esa ceniza que sigue acumulada. Por más que los servicios de emergencia limpien, los tejados y carreteras se vuelven a cubrir de ceniza.
Por eso, las recomendaciones son de permanecer en interiores todo lo posible, y si tienen que salir a la calle que lo hagan protegidos de esas partículas que pueden perjudiciales para la salud y que continúan en el ambiente. Las clases presenciales en los colegios se retomarán el lunes, 8 de noviembre, siempre y cuando el volcán de La Palma lo permita.
Cómo está el volcán de La Palma
El volcán de La Palma apenas ruge. Ahora, ya se pueden volver a escuchar hasta los ladridos de los perros. Ha pasado horas en un silencio inquietante y engañoso porque no significa que haya parado. “Los indicadores claros podrían ser un descenso del dióxido de azufre”, ha indicado un sismólogo.
Sin embargo, parece que todavía queda mucho material por salir del volcán de La Palma porque, por tercer día consecutivo, sube el dióxido de azufre. “Espero que sea algo efímero y que recuperemos esa tendencia descendente” ha indicado Nemesio Pérez, del Instituto Volcanológico de Canarias.
Continúa la recogida de ceniza del volcán de La Palma
Lejos de parar, la ceniza del volcán de La Palma sigue haciendo imposible la vida para los palmeros, que comienzan a agotar sus fuerzas. Además, el peligro de que llueva preocupa a los expertos. El agua podría triplicar el peso de las cenizas acumuladas en los tejados de las casas. Ahora mismo, hay dos columnas claras en el volcán de La Palma, una blanca y otra negra.
La primera es de vapor de agua y gases y la segunda de ceniza. “Ahora mismo, la ceniza puede estar alcanzando los 3 kilómetros”. Se trata de una ceniza que hace que el aire sea irrespirable, que no solo daña a los pulmones, sino también a la piel. Todo esto significa, que, incluso mudo, el volcán de La Palma sigue sin dar ningún respiro.
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