Peces muertos

Centenares de sardinas muertas aparecen en una playa de la localidad coruñesa de Ares

Todo apunta a que un barco las arrojó al superar el tope de capturas y para evitar multas.

Sardinas muertas en la playa de Ares (A Coruña)

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La imagen no dejó indiferente a nadie: cientos de sardinas invaden el arenal urbano de la localidad coruñesa de Ares, mientras las gaviotas disfrutan del suculento festín. Ha ocurrido en las últimas horas y ha llamado la atención de todo el que ha pasado por la zona. Fue, precisamente, uno de los vecinos de la localidad el que alertó a la Policía Local de lo que estaba viendo. "Una gran cantidad de pescado en la playa".

Los agentes desplegaron, entonces, un amplio operativo y alertaron a la Guardia Civil, a Salvamento Marítimo y a los Guardacostas de Galicia. Se abrió entonces una investigación por lo ocurrido porque, más allá de lo curioso de la imagen, era insólito ver tan cantidad de pescado en el arenal. Además, todo muerto.

La respuesta llegó desde la Conselleria de Mar. "La sardina proviene de un barco". Inicialmente se desconocía el motivo por el cuál fueron arrojadas al mar, pero se supo que habían estado refrigeradas porque muchos de los peces tenían la boca abierta y evidenciaban que previamente habían estado refrigeradas en hielo. La conclusión llegó poco después.

Todo apunta a que la embarcación, que ya tenía el pescado preparado para su comercialización, navegaba con capturas ilegales por, posiblemente, haber superado el cupo establecido por cada barco, número de tripulantes y día. También existe la posibilidad de que estuviesen faenando por la zona, que se encuentra vetada a la pesca, y que lo soltasen al verse sorprendidos por la presencia de las autoridades. En cualquier caso, las corrientes arrastraron el pescado hasta el arenal dejando una imagen insólita.

Todavía no hay estimaciones de la cantidad de sardinas que llegó hasta la playa porque muchos de los peces sirvieron de comida para las gaviotas, para otros mamíferos marinos y, no solo eso, también algunos vecinos de la zona aprovecharon para llevarse buena parte de la carga a sus casas, lo que evidencia que las sardinas estaban en buen estado y no habían sido capturadas con técnicas ilegales como el uso de dinamita.

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