Galicia
La central térmica de As Pontes vuelve a posponer su cierre: seguirá funcionando hasta septiembre
Durante el verano, los dos grupos operativos quemarán las 200.000 toneladas de carbón que quedan. Continuarán trabajando las 60 personas de refuerzo y las empresas auxiliares.
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En junio del año pasado, la central térmica de Endesa en As Pontes echaba el cierre para siempre. O eso creían su empleados, porque tres meses después, y con el precio del gas disparado, dos de sus cuatro generadores volvían a echar humo. Aunque el cierre de ambos estaba previsto para el mes que viene, la empresa ya se ha reunido con los trabajadores para comunicarles que seguirán todos todo el verano. La idea es quemar, en julio y agosto, las 200.000 toneladas de carbón que quedan.
La Central Térmica de As Pontes era, en 2019, la industria que más contaminaba de toda España. Con la iniciativa europea de evolucionar hacia un modelo energético más sostenible y la bajada competitiva del carbón frente al gas, Endesa decidió solicitar su cierre a finales de ese mismo año. En junio de 2022 era una realidad, pero llegó la guerra de Ucrania y dos de sus chimeneas volvieron a funcionar.
El precio del gas comenzó a subir exponencialmente y el operador del Sistema, Red Eléctrica, pidió que se quemase carbón de nuevo. La compañía tuvo que reforzar el personal entonces, con 60 trabajadores más en plantilla, y prorrogar los contratos de las empresas auxiliares hasta junio de 2023.
Ahora está a punto de cumplirse esa fecha y el cierre vuelve a posponerse. La semana pasada, Endesa se reunió con los trabajadores y les comunicó que la actividad se prolonga durante todo el verano, manteniendo a todos en sus puestos.
La idea es quemar en julio y agosto las 200.000 toneladas de carbón que quedan. Después, acondicionar la instalación para su cierre definitivo. Pero sigue sin existir una fecha final real y Endesa no quiere continuar con el "arranca, para".
Desmantelar la Central Térmica de As Pontes pasa por reforzar la cogeneración para aumentar la disponibilidad de potencia en el sistema eléctrico. El problema: esta producción conjunta de energía y calor en una misma instalación sale muy cara y la mayoría se encuentran paradas.
Aún así, la compañía ya le ha comunicado al Gobierno que su disponibilidad requiere de unas inversiones que no están dispuestos a asumir si no hay una compensación. Por ello, después de verano se espera el cierre, pero como los últimos años han sido de bandazos entre el sí y el no, nadie les asegura nada a los empleados.
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