José Bretón
El choque de derechos fundamentales por el libro de José Bretón: "La libertad de información puede provocar cierto sufrimiento"
'El odio', el objetivo del autor de este libro dice ser indagar en la mente del criminal José Bretón, sin embargo su creación literaria enfrenta dos derechos fundamentales.

Publicidad
Este 8 de octubre de 2025 se cumplirán 14 años del terrible asesinato de los pequeños Ruth y José Bretón a manos de su padre. Tenían solo 6 y 2 años respectivamente, y la atrocidad de este crimen conmocionó a España y puso nombre a una forma cruel y descarnada de violencia, la violencia vicaria.
El padre de los pequeños, José Bretón, fue condenado a 40 años de cárcel por asesinar y quemar a sus hijos, aunque la Audiencia de Córdoba limitó a 25 el cumplimiento de la condena. Desde entonces, el condenado había mantenido su versión, para él Ruth y José desaparecieron en un despiste suyo. Sin embargo ahora, casi 14 años después, se ha conocido una carta que Bretón envió al escritor Luisgé Martín en la que confiesa la barbarie." Disolví las pastillas machacadas en agua con azúcar y se las di para que bebieran. Antes de poner los cuerpos en el fuego, comprobé que no respiraban, estaban ya muertos. No se enteraron de lo que iba a pasar. Confiaron en mí. No hubo miedo ni dolor ni ningún tipo de sufrimiento", relata Bretón al escritor.
Después de protagonizar varios intentos de suicidio y estar en diferentes centros penitenciarios, actualmente cumple condena en Herrera de la Mancha. Asegura en esas misivas que "al pie de la hoguera, en cuanto los cuerpos empezaron a arder me dije: ¡Pero qué has hecho! ¡Qué has hecho! Ojalá hubiera podido dar marcha atrás en ese momento. Pero ya no había remedio. Creía que estaba protegiendo a mis hijos de un futuro terrible", ya que indica que le "obsesionaba la idea de que se educaran al lado de la familia de mi mujer, que a mí me parecía una familia tóxica".
Todas estas cartas forman parte del trabajo de investigación que Luisgé Martín realizaba para el que debería ser su recién estrenado libro: 'El Odio', y no lo es porque que ha encontrado un bache en su periplo que ha desencadenado en un profundo debate social. Minutos antes de enviar esta Newsletter la editorial Anagrama ha comunicado que mantiene su decisión de respetar la petición de medidas cautelares de la Fiscalía para paralizar la distribución del libro 'sine die', sin fecha.
La Sección de Menores del ministerio público pidió suspender provisionalmente la publicación y distribución del libro, pero el titular del Juzgado de Primera Instancia 39 de Barcelona ha denegado la medida cautelar solicitada. El juez sostiene que la medida cautelar pretende preservar el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los menores y de la madre, pero que los documentos aportados para justificar su necesidad "no son adecuados para ello", pues son artículos periodísticos donde se hace referencia al libro.
Ninguno de ellos muestra el contenido del libro, por lo que el juez dice que "es absolutamente imposible poder hacer un juicio provisional" y determinar ni siquiera el género del libro. Fiscalía ya ha avanzado que recurrirá esta decisión.
Desde la Newsletter hemos consultado con José Luis Cembrano, vocal de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA), a quien le preguntamos en primer lugar si hay un choque en esta situación entre dos derechos fundamentales, el de la libertad de expresión y el de la intimidad y el honor.
"Yo en este caso lo centraría no en el choque de la libertad de expresión e información con el derecho a la intimidad y al honor, sino en la vulneración de los derechos constitucionales de la madre por la vía de la libertad de creación literaria", nos explica José Luis, que añade: "Todos podemos hacer creaciones artísticas, en este caso el autor del libro parece que lo que pretende es indagar en la mente criminal de este individuo, pero el derecho a la creación literaria tiene una vertiente que es la de la creación, distribución y divulgación de la obra y en este caso el mismo precepto que está defendiendo la libertad de creación protege a las personas de que no exista una vulneración a través de la comunicación difusión o distribución del derecho a la intimidad o al honor como puede ser la memoria de los fallecidos, o el derecho a la integridad moral a través de la revictimización de la madre".
Efectivamente en este caso en concreto se habla de una obra literaria y consultando el artículo 20 se reconoce y protege los derechos: "A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica". Pero en su punto 4 matiza que estas libertades "tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia". Y precisamente "estamos ante un supuesto de creación literaria que puede vulnerar los derechos de la madre, o de la memoria de los hijos que representa la madre".
Cierto es que no conocemos el contenido del libro, pero "imaginémonos que en el libro pueda haber una prolongación del sufrimiento de la madre porque estamos hablando de violencia vicaria. Puedan existir represalias y, además, en qué medida afecta a la madre el que el padre posiblemente se lucre por la publicación" plantea el experto para seguir indicando que "la libertad de información puede provocar un cierto sufrimiento en las personas y hay que hacer una ponderación conociendo el contenido del libro, porque además, en este caso que ha habido unos hechos tan execrables y sumamente graves que es importante que el juez pueda hacer una valoración del contenido del libro", porque conociendo dicho contenido se podrá saber "si se vence, o no, ese 'fumu iuris', esa sospecha de que puede haber una vulneración hacia los derechos de la madre", apunta Cembrano.
No hay que olvidar que en este trágico suceso hay una víctima que sigue presente y es Ruth madre, que precisamente en su papel de progenitora ostenta la defensa de la memoria de los hijos. No es el caso del condenado. "Este individuo no tiene ningún derecho sucesorio porque está en una situación de incapacidad para suceder, basándonos en el artículo 756 del Código Civil, en el que se indica que se puede sancionar a un ciudadano con la gravedad de los hechos por los que este señor ha sido condenado para impedir que tenga una sucesión".
Cembrano insiste en que "hay que tener en cuenta varias circunstancias, sigue existiendo una víctima y sigue existiendo un victimario". Este señor cometió unos hechos execrables por los cuales fue condenado y la víctima sigue estando ahí, por lo tanto, siguen existiendo los dos y eso hay que ponerlo en valor. También hay que poner en valor que todo esto tiene una sustancia que hace referencia a la violencia vicaria, por lo tanto, prolongar el sufrimiento de la madre con una violencia vicaria, para mí, sí hay una revictimización de la madre. Luego el individuo este puede tener un lucro, puede querer una represalia. Por mucho que diga que se arrepiente, ese sentimiento no se puede valorar. Lo que es importante no es tener en cuenta sus sentimientos, sino los de la víctima. Ese arrepentimiento solo le valdrá a él para su fuero interno, pero parece que llega un poquito tarde", dice el experto.
Y todos estos mensajes parecen haber sido escuchados por la editorial que en su comunicado defiende que, en una sociedad democrática, debe existir un "equilibrio" entre la libertad creativa como derecho fundamental y la protección de las víctimas, y señala que obras como 'El odio' requieren una doble dosis de responsabilidad y de respeto.
Meses atrás Patricia Ramírez, la madre del pequeño Gabriel Cruz, asesinado en Almería en 2018 por la que entonces era la novia de su padre, Ana Julia Quezada, capitaneó una lucha parecida para evitar que viera la luz una serie sobre este también atroz crimen, incluyendo entrevistas con la condenada. En esa ocasión la productora paralizó el proyecto.
La entrevista con Cembrano la realizamos horas antes de que Anagrama se pronunciase y una de las preguntas que le formulamos es si ¿ocurrirá lo mismo con el libro de 'El odio' que lo ocurrido con el true-crime de 'El Pescaíto'? Cembrano, con esa anticipación que da la experiencia nos avisó de "aquí todavía no se había resuelto el asunto. Creo que, a través de los recursos se puede conseguir encauzar el tema, primero para conocer el contenido del libro y después para se pare la difusión del libro que dependerá de la ponderación que hagan los tribunales" y advertía, "no es censura, no tiene nada que ver. Porque cuando un tribunal dispone la protección de un derecho fundamental no tiene nada que ver con la censura". Finalmente parece ser que no habrá que llegar tan lejos.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
Publicidad