Canarias

Cierran la playa del Inglés, en Gran Canaria, por el dragón azul

Este pequeño molusco puede resultar tóxico porque se alimenta de medusas y acumula sus toxinas.

Dragón azul en las playas de Gran Canaria

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El dragón azul, conocido científicamente como Glaucus atlanticus, es un pequeño y fascinante molusco marino. Este nudibranquio, una especie de babosa marina, destaca por su aspecto exótico y sus vibrantes tonos azules.

No mide más de 3 a 4 centímetros de longitud y, generalmente, flota boca arriba en la superficie del mar, utilizando una burbuja de aire que almacena en su estómago.

Precioso pero peligroso para los humanos

Se alimenta principalmente de otros organismos marinos como las medusas, especialmente de la peligrosa carabela portuguesa, habitual en las costas canarias. El dragón azul es capaz de consumir los tentáculos venenosos de estas medusas y almacenar las toxinas en su propio cuerpo, lo que le permite defenderse de los depredadores. A pesar de su belleza, el dragón azul puede ser peligroso para los humanos si se manipula, ya que su veneno puede causar dolorosas picaduras.

Playas cerradas ante su presencia

En Gran Canaria, varias playas han tenido que izar la bandera roja en las últimas semanas debido a la detección de su presencia. La primera fue la playa de Los Dos Roques, en Gáldar, al norte de la isla. También se observó la presencia de este animal en la orilla de la Playa de Las Canteras, aunque no fue necesario cerrarla al baño.

En este caso, se ha podido avistar a este molusco, además de un número considerable de medusas velero, en Playa del Inglés, al sur de Gran Canaria.

Hablamos con Kevin Castellano, portavoz de los socorristas del municipio de San Bartolomé de Tirajana, quien nos cuenta que, sobre las 17:30 de la tarde, se percataron de la presencia de unas "bolas blancas y azules" en la arena, y sospecharon que podría tratarse del dragón azul.

La recogieron y, al poner esa bola en contacto con el agua, vieron que el molusco abrió sus ceratas (apéndices similares a dedos) y pudieron identificarlo. En total, lograron localizar seis o siete a lo largo de la costa y decidieron avisar al ayuntamiento.

El consistorio, tras recibir las imágenes y asesorarse con un veterinario, determinó que lo más prudente era cerrar la playa, y los servicios de socorrismo permanecieron vigilantes en la orilla durante el resto de la tarde.

Al día siguiente, a partir de las once de la mañana, y después de verificar que no se detectaba la presencia del animal, se procedió a reabrir la playa. No obstante, se mantendrá la vigilancia en caso de que con la bajamar se vuelvan a ver ejemplares durante la tarde de este miércoles.

Un visitante habitual en verano

Aunque pueda parecer sorprendente, este animal es en realidad un visitante habitual, ya que se encuentra en aguas templadas y tropicales de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.

Al alimentarse de medusas, el dragón azul suele permanecer cerca de ellas y, a menudo, es arrastrado por las corrientes hasta la orilla. No está claro si su aparición puede relacionarse con el cambio climático o el aumento de la temperatura de los océanos, y los expertos se muestran cautelosos al respecto.

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