Las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales varias comunidades autónomas están muy cerca del límite. La situación más complicada la sufre Cataluña, que tiene 1.722 camas de UCI y ya están ocupadas 1.652.
También Madrid se aproxima al lleno, pero aún cuenta con cierto margen: tiene 1.745 camas y 1.514 pacientes ingresados. Otro ejemplo del colapso se encuentra en Castilla-La Mancha, donde los enfermos graves ocupan 321 de las algo más de 340 camas UCI que tiene la comunidad.
Ante esta situación, han comenzado los primeros contactos entre comunidades. El Hospital de Hellín, en Albacete, ha solicitado en las últimas horas ayuda a Murcia para trasladar a dos de sus pacientes, pero finalmente ese traslado no se ha ejecutado por decisiones clínicas.
El gobierno central ha asegurado que no descarta esa posibilidad ante el goteo constante de ingresados en las unidades de cuidados intensivos, y centra todos sus esfuerzos en descongestionar el sistema sanitario. "Son más de 5000 las personas que han ingresado o están ingresadas en UCI", ha señalado este martes la doctora el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, María José Sierra.
Ya hay comunidades que están dispuestas a arrimar el hombro dentro de sus posibilidades, como es el caso de Valencia. "Cualquier ayuda que podamos dar la vamos a dar pero en estos momentos todas las comunidades tienen deficiencias", ha indicado Ximo Puig.
Cataluña está al 85% de su capacidad y en la Comunidad de Madrid quedan poco más de 230 camas de UCI disponibles. Andalucía o Canarias presentan las menores tasas de ocupación y los expertos lo justifican porque las altas temperaturas tienden a frenar las epidemias víricas.
