COVID-19

Cinco años desde el COVID-19, la pandemia que nos cambió la vida: 776 millones de casos y 7 millones de fallecidos

Cinco años después, el COVID-19 ha dejado una huella imborrable en el mundo.

Cinco años desde la pandemia que nos cambió la vida: 776 millones de casos y 7 millones de fallecidos

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Este viernes se cumplen cinco años desde que el Gobierno de España decretara el estado de alarma a raíz de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Aquel 14 de marzo de 2020, el país entero quedó confinado en sus hogares mientras las cifras de contagios y fallecidos aumentaban a un ritmo alarmante. La pandemia, que entonces era aún un fenómeno desconocido, terminó por marcar un antes y un después en la historia reciente, con más de 14 millones de españoles infectados y un saldo de 122.000 fallecidos.

Un virus que cambió el mundo

El origen de la pandemia se remonta al 31 de diciembre de 2019, cuando la Comisión Municipal de Salud de Wuhan, China, informó sobre casos de una "neumonía vírica" sin identificar. Apenas unos días después, el 4 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió la primera alerta oficial sobre el virus y activó sus sistemas de emergencia. Lo que parecía una enfermedad local pronto se convirtió en una crisis sanitaria global.

Durante los primeros meses, la incertidumbre dominó la respuesta de los gobiernos y los sistemas sanitarios. Hospitales colapsados, morgues improvisadas y calles vacías se convirtieron en la imagen de una realidad impensable meses atrás. El personal sanitario, cubierto con equipos de protección individual (EPI), se convirtió en el símbolo de la lucha contra un enemigo invisible.

Cinco años después, el COVID-19 ha dejado una huella imborrable en el mundo. Según el último informe de la OMS, desde el inicio de la pandemia hasta el 10 de noviembre de 2024, se han registrado 776 millones de casos confirmados en 234 países y más de siete millones de fallecidos.

El impacto global y la evolución del virus

A pesar de este descenso en la mortalidad, la OMS advierte que el virus sigue circulando sin una estacionalidad definida y continúa provocando afecciones respiratorias graves. Uno de los datos más reveladores es el de la tasa de hospitalización. En 2021, el año más crítico, la media mundial alcanzó los 245 ingresos por COVID-19 por cada 1.000 hospitalizaciones.

La mortalidad, por su parte, presenta un perfil aún más dramático. En 2021, más de uno de cada cuatro pacientes ingresados por COVID-19 no lograba sobrevivir. La tendencia empezó a mejorar en 2022 y se consolidó en 2023, cuando la cifra se redujo a 41 muertes por cada 1.000 hospitalizaciones.

No obstante, la desigualdad en la atención sanitaria sigue siendo evidente en distintos países, lo que ha llevado a la OMS a reiterar la necesidad de fortalecer la cooperación internacional para reducir la mortalidad de manera equitativa.

La vacunación clave en la lucha contra el virus

A pesar de la disminución en el número de muertes y hospitalizaciones, la OMS insiste en que la vacunación sigue siendo la herramienta más efectiva contra el virus. Hasta finales de 2023, el 67% de la población mundial había completado la pauta primaria de vacunación. Sin embargo, en los países de bajos ingresos, solo el 5% de la población ha recibido dosis de refuerzo, lo que representa un reto crucial en la lucha contra futuras olas de contagios.

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