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EN EL PASO FRONTERIZO DE FARHANA
Un coche kamikaze entra con nueve inmigrantes en Melilla y hiere a dos agentes
Un grupo de nueve inmigrantes, entre ellos una mujer, ha logrado entrar de forma irregular en un coche kamikaze por la frontera en Melilla, en un suceso en el que han resultado heridos un policía nacional y un guardia civil.
Un agente de la Guardia Civil y otro de la Policía Nacional han resultado heridos este viernes al intentar frenar un coche que logró entrar violentamente en Melilla sobre las 07,30 horas a través de la frontera de Farhana, con nueve inmigrantes de origen subsahariano a bordo mientras el conductor ha huido.Mi apoyo y cariño para el @policia Fernando Rivas y el @guardiacivil Imad Hamed, heridos al intentar detener a un coche kamikaze en Melilla. pic.twitter.com/UQwntIdQtA
— Juan Ignacio Zoido (@zoidoJI) 16 de junio de 2017
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalilk El Barkani, ha reconocido el arrojo y valentía de los agentes que, aún sin poder impedir la entrada del vehículo, expusieron abiertamente su vida para evitar la violenta intrusión ilegal. El representante gubernamental ha destacado el caso principalmente del policía que actuó en primer término y que "no dudó en intentar cerrar las puertas de acceso al paso fronterizo aun a riesgo, tal cual sucedió, de ser arrollado por el automóvil". El agente ha sufrido contusiones en tibia, peroné y rodilla izquierda, por las que ya ha sido dado de alta tras recibir asistencia en Urgencias del Hospital Comarcal.
Por su parte, el guardia civil que actuó en segundo término, intentando igualmente cerrar las puertas, ha sufrido contusión en un brazo que, en principio, no parece grave. Aun así, y celebrando que las lesiones sufridas por los agentes no revistan mayor gravedad, el delegado ha querido insistir en el importante servicio que prestan los funcionarios policiales destinados en las fronteras de Melilla y cuyo trabajo "merece el reconocimiento no sólo de las autoridades e instituciones públicas de nuestra ciudad, sino del conjunto de la sociedad melillense".
Huida del conductor
Una portavoz de la Delegación del Gobierno ha explicado que el vehículo, un turismo marca Mercedes, logró irrumpir en la ciudad a toda velocidad, "con absoluta temeridad y sin reparar en el daño que pudiera causar a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad e incluso a la sociedad en general, al poner en serio peligro no sólo a los funcionarios policiales y posibles transeúntes del mismo paso fronterizo, sino también a los ciudadanos que pudieran circular por las zonas adyacentes".
De hecho, ha explicado que el conductor, que abandonó el vehículo en cuanto logró adentrarse en la carretera de Farhana, camuflándose por el cauce del Río de Oro, "se vio favorecido por el entorno escolar próximo a la frontera, circunstancia que aconsejó a la Guardia Civil aminorar la persecución en evitación de males mayores".
En el automóvil viajaban nueve inmigrantes, todos ellos adultos de origen subsahariano, de los que uno es mujer. Cinco de ellos salieron a la carrera al pararse el vehículo y los cuatro restantes, ocultos en un doble fondo, fueron rescatados por agentes de la Guardia Civil.
Ya han sido reseñados en su totalidad en la Jefatura Superior de Policía en aplicación de la Ley de Extranjería y se encuentra en curso la investigación pertinente sobre la trama mafiosa que promueve esta abominable y violenta fórmula de tráfico ilegal de inmigrantes.
La irrupción violenta del vehículo ha provocado daños en las puertas de acceso a la frontera de Farhana y en un vehículo de la Guardia Civil. Para Abdelmalik El Barkani, lo sucedido demuestra una vez más que "la presión migratoria sobre Melilla no cesa" y que las medidas de control fronterizo "deben seguir perfeccionándose para evitar entradas ilegales, violentas y temerarias que ponen en grave riesgo a los funcionarios policiales, a los propios inmigrantes irregulares y a la ciudadanía en general".
El delegado del Gobierno ha trasmitido su apoyo a los agentes que intentaron impedir la entrada del coche kamikaze y lo ha hecho extensivo a cuantos funcionarios de Policía y Guardia Civil prestan servicio en los pasos fronterizos, al tiempo que condena la temeridad absoluta de las mafias que trafican con seres humanos.
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