¿Hay límites en el ámbito escolar cuando se trata de prevenir el consumo de drogas entre los menores? ¿Hasta qué punto se puede invadir su intimidad?
La polémica nace de una iniciativa de un colegio privado de Barcelona que va a realizar controles sorpresa entre sus alumnos, con perros adiestrados que olfatean sus mochilas.
Los padres de este colegio están de acuerdo con la medida porque es un tema que les preocupa porque, según la Generalitat, en Cataluña el 24% de los alumnos de Bachillerato reconocen que consumen cannabis.
Por eso en este centro educativo barcelonés no quieren bajar la guardia. Los perros rastrearon la zonas zonas del exterior y en las mochilas de los estudiantes pero no encontraron nada.
De todas formas, ésta pretende ser una medida de impacto para disuadir a los alumnos que consumen drogas o que pretenden hacerlo.
La dirección de la escuela asegura que repetirá la acción cada vez que lo consideren necesario, ya que aquí creen que lo más importante de todo es prevenir.
