Desde las 00:00 horas de este lunes, 6 de julio, y durante cinco días naturales, queda prohibido entrar o salir del área formada por los 14 ayuntamientos del distrito sanitario de A Mariña, la costa de Lugo, confinada por el rebrote de coronavirus. Las excepciones a la prohibición son los traslados por causas justificadas, que son las relacionadas con el trabajo, el cuidado de dependientes y circunstancias de fuerza mayor. Se establecen también limitaciones de aforo más restrictivas y se regulan los horarios de cierre de los locales de hostelería.
Votar, causa justificada
El texto de la orden en el Boletín Oficial de Galicia señala que, dada la proximidad de las elecciones gallegas, el domingo 12 de julio, "resulta oportuno aclarar que las limitaciones a la movilidad" de la orden "no pueden afectar al ejercicio de un derecho fundamental como es el del sufragio", de modo que ir a votar será, de prolongarse las restricciones, causa "justificada" para "la entrada o salida del ámbito territorial" que queda cerrado. La orden recuerda también que, en el caso de contactos estrechos que estén aislados "salvo causas debidamente justificadas", podrán acudir a votar porque esta es precisamente "una causa justificada para la salida del domicilio".
Dudas sobre las razones de la escasa duración
El confinamiento devuelve los peores temores sobre los rebrotes de coronavirus y plantea problemas más allá de los cotidianos a los 70.000 vecinos de la comarca. Afecta también a los gallegos que tienen su segunda residencia en A Mariña y que necesitan salir entre otras cosas a votar. Precisamente lo que llama la atención es que solo se decrete por cinco días, cuando, por ejemplo el de Lleida es de 15, lo habitual. En Galicia dura lo justo para que el fin de semana de elecciones gallegas se pueda votar, aunque se desconoce los efectos que pueda tener sobre la participación y si será suficiente para controlar el foco de transmisión.
Revisión de colegios electorales
La Xunta ha iniciado la última inspección de los 2.405 colegios electorales previstos para los comicios del 12 de julio, con el objetivo de comprobar que, tras la instalación de todo el material y mobiliario necesario, cumplen las medidas de prevención sanitarias frente a la COVID-19. Según asegura la Xunta, en la primera quincena del mes de junio este personal desplegado a tal efecto ya realizó inspecciones previas de los locales electorales, en las que se garantizó que "el 100 por 100" podían cumplir con las pautas de salud pública. Además de estas revisiones, durante la propia jornada del 12 de julio habrá en todos los colegios un
equipo de la Administración con funciones de vigilancia y supervisión para asegurar el cumplimiento de medidas como distancias de seguridad, el uso de mascarilla y gel desinfectante -que se facilitarán en los propios locales-, así como los controles de acceso y el aforo para evitar las aglomeraciones y para dar prioridad a las personas mayores de 65 años o con alguna discapacidad. Asimismo, habrá cartelería para facilitar el seguimiento de todas las pautas sanitarias, se
señalizará el recorrido y los flujos de entrada y salida a los colegios y el mobiliario para los integrantes de las mesas estará colocado "de manera que se mantenga la distancia de seguridad, al igual que en la zona que ocuparán interventores y apoderados" de los partidos, explica la Xunta. Cabe recordar que en las mesas habrá una bandeja en la que los ciudadanos deberán depositar el DNI antes de introducir su voto en la urna, con el objetivo de rebajar al mínimo el contacto entre personas.